VITORIA - La ineludible cita con la cesta de la compra puede llegar a convertirse en un placentero ejercicio dentro de un entorno como el del supermercado de la asociación ecológica Bio Alai. La esmerada adecuación de este local, de 632 metros cuadrados, ubicado en la calle Txalaparta, le ha llevado a conseguir ser catalogado como uno de las superficies comerciales de este tipo donde hay un menor consumo energético del panorama internacional. “Los diferentes parámetros analizados ponen sobre la mesa un consumo de sólo 130 kilowatios-hora por metro cuadrado útil al año”, concreta a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Iker Gómez Iborra, arquitecto encargado de la obra. Esto supone una reducción del consumo de una cuarta parte con respecto a la media de supermercados normales y unas cifras por debajo de las obtenidas en el único supermercado construido bajo los estándares Passivhaus de Europa en la ciudad alemana de Hannover. Ese establecimiento tiene una intensidad energética declarada de 240 kilowatios-hora por metro cuadrado útil al año. El local vitoriano se llega a alcanzar un 55% de reducción en el consumo con respecto al germano.
El trabajo ejecutado en Bio Alai por el estudio gasteiztarra IG Karratu arkitektura ha hecho posible “reducir en 3.600 euros anuales la factura de consumo energético”, concreta orgulloso Gómez Iborra. Otro ilustrativo ejemplo es haber logrado reducir la intensidad energética entre un 80 y 85% respecto del habitual de este tipo de usos a nivel internacional. Por este motivo, el ejemplo de sostenibilidad de este supermercado ha sido uno de los casos analizados dentro del congreso de eficiencia energética y sostenibilidad en la arquitectura y urbanismo, que se celebra ayer y hoy en el Palacio Europa.
Nada tiene que ver esta cifra de consumo con las obtenidas en el anterior emplazamiento del supermercado de Bio Alai de la vetusta galería comercial de Gazalbide. “La intensidad energética de ese local era de 220 kilowatios-hora por metro cuadrado al año”, rememora el arquitecto, haciendo incidencia en la rebaja lograda en el nuevo establecimiento. Se trataba de un local de 188 metros cuadrados y mal acondicionado donde no era posible pensar en reducir en consumo energético de esta manera.
SOLUCIONES IMAGINATIVAS Este ejemplo ya en funcionamiento en el corazón del barrio de Adurza pone de manifiesto que para llevar a cabo un proyecto de bajo consumo energético “no hace falta emplear unas herramientas de cálculo exquisitas o soluciones a base de aumentar el presupuesto. Los arquitectos podemos y debemos adaptarnos a las posibilidades para proyectar edificios y locales de muy bajo consumo energético, aun a pesar de tener pocos medios disponibles”, resume Iker Gómez, como receta aplicada en este supermercado
El presupuesto manejado para esta obra ascendió a 293.000 euros. De ellos se destinó el 34% aproximado, unos 101.000 euros al aislamiento de la envolvente, correspondiente a aislamientos, trasdosados y carpinterías exteriores. El coste desglosado de la inversión en la superficie del local asciende a 463 euros por metros cuadrado. “Hay que saber cómo funcionan los edificios, tener algo de imaginación y creatividad y aplicarse en la tarea de proyectar”, apostilla Iker Gómez. El resultado de esta obra es un espacio con un ”confort interior diferente, una iluminación homogénea estable y sin ecos en las diferentes zonas del supermercado que lo hacen muy agradable para los clientes”, resume Iker Gómez al describir las virtudes del establecimiento.
Establecimiento. El local de Bio Alai se ubica en la calle Txalaparta y cuenta con 632 metros dedicados a la venta de productos ecológicos. Cuenta también con una zona de uso administrativo para la asociación, además de espacio para charlas y cursos.
BioAlai. Asociación de consumo ecológico sin ánimo de lucro, fundada en Gasteiz en 1993 y con más de 1.400 socios. Tuvo su primer súper en Gazalbide.
El arquitecto del estudio vitoriano IG Karratu arkitektura remarca una de las cualidades a las que aferrarse para lograr un cambio en la tendencia para ejecutar diseños caracterizados por sus reducidos índices de consumo energético.
130
Kilowatios-hora por metro cuadrado. Es la cifra de consumo del local, un 55% menos que los 240 kilowatios-hora que tiene el primer supermercado Passivhaus del mundo en la localidad alemana de Hannover.