Vitoria - La Policía Local de Vitoria interceptó ayer a un hombre al que sorprendió cuando transportaba 120 kilogramos de bonito en un remolque para perros, sin las debidas condiciones de frío e higiene, una mercancía que supuestamente iba a ser vendida en una pescadería de la ciudad en la que ya se había descargado parte.
Según informó el Ayuntamiento, los agentes observaron sobre las 8.35 horas cómo el hombre, de 64 años de edad, había estacionado su turismo en una zona reservada para vehículos de carga y descarga, y con un remolque del que se desprendía un “fuerte olor a pescado”. Los policías localizaron en el interior varios bonitos y comprobaron que otros acababan de ser descargados en el interior de una pescadería cercana.
Las mismas fuentes precisaron que no era la primera vez que el remolque era detectado en ese mismo lugar, que incluso había sido denunciado por aparcar en esa zona y que se sospechaba que pudiera estar llevando a cabo un posible transporte irregular de alimentos perecederos.
Los agentes solicitaron la presencia de un veterinario municipal que confirmó la rotura de la cadena de frío, ya que en el interior del remolque la temperatura era igual o superior a los 16 grados, cuando debería ser mucho menor. El Consistorio recordó además que el bonito es un pescado que, como el atún, las anchoas y las sardinas, es especialmente sensible a la rotura de dicha cadena.
Tras levantarse la correspondiente acta de inspección y decomiso de la mercancía, el personal municipal se incautó de un total de nueve peces con un peso aproximado de 120 kilogramos localizados tanto en el interior de la tienda como en el remolque. Todas las piezas fueron destruidas. Los agentes comprobaron además que el transportista no tenía ni la ITV ni el seguro en regla.- Efe