Vitoria - Mañana parte para Ecuador el obispo de Vitoria, monseñor Elizalde. Esta visita es fruto de la invitación cursada por Eduardo Castillo Pino, Administrador Apostólico de la arquidiócesis de Portoviejo, y secundada por el obispo de Babahoyo, Skyper Bladimir, y el misionero Juan Ramón Echevarría, con motivo de los 25 años de la creación de la diócesis de Babahoyo, y para respaldar la labor de este misionero vasco en favor de la cultura Montubia. Antes de regresar a Vitoria hará escala en la República Dominicana donde ha sido invitado por una comunidad religiosa, las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha, para conocer la Iglesia en aquel país caribeño y cerrar el acuerdo para la llegada de esta institución religiosa a Vitoria, concretamente a la iglesia de San Miguel y basílica de la patrona de Vitoria, la Virgen Blanca.
Juan Carlos Elizalde llegará para la celebración solemne de la efeméride en la catedral de Babahoyo el sábado. Posteriormente, y hasta el 4 de septiembre -de la mano de Juan Ramón Echevarría-, recorrerá diversas zonas del país latinoamericano. Elizalde realiza su primer viaje como obispo a Latinoamérica, y lo hace al país donde comenzó la aventura misionera de las diócesis de Bilbao, San Sebastián y Vitoria en el año 1948.
La descripción más inmediata de la iglesia que va a encontrar Elizalde la ofrece Juan Carlos Pinedo: “Una parte de la comunidad cristiana son miembros y herederos de las CEBs que se pusieron en marcha en tiempos del grupo misionero vasco. Estas personas están más volcadas en esa pastoral social que nace del compromiso con los más pobres que nos marcamos en su día y que Jesús Ramón afianzó en su etapa como obispo. Por otro lado, hay una nueva generación de las comunidades, grupos y movimientos cristianos en Ecuador que ponen el acento en una pastoral más espiritual, celebrativa, donde la liturgia tiene mucha importancia”. Otro aspecto importante es la inculturación: “La importancia de conocer primero la cultura de los pueblos y desde ahí evangelizar”, señala Pinedo. En esta línea se enmarca el proyecto en el que se ha implicado Juan Ramón Echevarria. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana tiene una comisión denominada “de culturas” que trabaja por el reconocimiento de todas las culturas.
El obispo de Vitoria viaja “libreta en mano” para tomar referencias de las comunidades cristianas que va a visitar y, si fuese factible, traer propuestas a Vitoria.
El 14 de octubre de 1994 el Papa Juan Pablo II creaba la Diócesis de Babahoyo. Pero este territorio tiene una prehistoria que lo vincula directamente a las diócesis vascas. La importancia de la celebración de este 25 aniversario radica en que el actual obispo quiere dar un paso más y, según comenta Juan Carlos Pinedo, “pasar a ser una iglesia evangelizadora en Ecuador”. En la ceremonia que tendrá lugar en la Catedral de Babahoyo está asegurada la presencia de los eméritos Arregui, Traves, y Pérez Caicedo.
Otro de los objetivos de este viaje es respaldar el trabajo, denominado Raíces y Sueños de San Isidro, que Juan Ramón Echevarría viene haciendo desde hace varios años para visibilizar y que se reconozca la cultura Montubia como una cultura con entidad propia, y que el término montubio deje de tener el carácter despectivo que ha tenido hasta ahora. A Elizalde le espera un programa de inmersión en la cultura montubia de los Ríos, con presencia de autoridades, la casa de la Cultura y el grupo de danzas de Baba. Los actos están organizados desde la Casa de la Cultura. El domingo, Elizalde viajará al convento de María de la Eucaristía; es filial de las Clarisas de Salvatierra y están allí tres de las fundadoras que viajaron hace casi 25 años, por lo que están también de aniversario como la Diócesis de Babahoyo. Tienen ahora unas 25 religiosas, todas ecuatorianas, menos las tres fundadoras.
A falta de conocer más detalles al regreso de Elizalde, la casa parroquial de San Miguel será el hogar para una nueva orden religiosa, las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha. Esta es una congregación religiosa fundada el 5 de agosto del 1969 en Santiago de Cuba. La casa parroquial a la que se accede por la calle Correría se encuentra estos días en obras de acondicionamiento para acoger al grupo de religiosas llegadas desde el país caribeño, las cuales participarán de la vida y la pastoral de la Unidad Pastoral del Casco Viejo de la ciudad.