Vitoria - Para quienes no conocen La Blanca y un día cualquiera se dejan caer por Gasteiz, las fiestas de la capital alavesa no suelen dejar indiferente. Es el caso de Maribel Cinca, su hijo Ángel Rovira y sus nietos Izas y Noelia, que llegaron a la ciudad anteayer, en plena vorágine festiva, y que van a exprimir el calendario hasta el final. Ayer, en pleno paseo matinal por el centro, esta familia aragonesa compartía su buena experiencia. “Va todo muy bien. Es una ciudad muy majilla, aunque más pequeña que Zaragoza. Hemos venido a disfrutar de las fiestas y hemos visto mucha gente y mucho ambiente. Son unas fiestas muy bonitas”, alababa la veterana del grupo, quien no podía quedarse con un detalle concreto a destacar sobre el resto: “Me llama la atención todo”, reconocía con una sonrisa.
La percepción de Maribel era plenamente compartida por el resto del grupo. ¿Qué tal van las fiestas? “Muy bien”, aseguraba, escueta, la joven Noelia. “Son muy entretenidas y tienen muy buen ambiente”, destacaba, por su parte, Ángel. La familia, que al margen del centro de la ciudad y el Casco Viejo ha visitado otras zonas como Zaramaga, alargarán su estancia hasta el domingo, cuando La Blanca ya habrá echado el telón hasta el año que viene. Un buen momento para disfrutar de Vitoria de otra forma, con muchísima menos gente en las calles. “La verdad es que sí, porque ya ha venido personal”, apuntaba de nuevo Maribel.