llodio - El Ayuntamiento de Llodio esta trabajando en la búsqueda de soluciones a los habituales vertidos de sangre al río Nervión que se están sucediendo por parte del matadero municipal. De hecho, el equipo de gobierno formado por el PNV y el PSE dio a conocer ayer que está estudiando diferentes sistemas, denominados de coagulación, que existen en el mercado para poner freno a este gran problema tanto medioambiental como sanitario. El alcalde, Ander Añibarro, explicó que se trata de una nueva infraestructura que permitirá convertir los restos y coagular la sangre para reciclarlos junto con el resto de sobras de los animales que no se aprovechan para consumo humano.
Para adquirir e instalar esta nueva herramienta, dado que este año se está trabajando con el Presupuesto prorrogado, propondrán en el pleno del próximo 29 de julio modificar un expediente de crédito de 140.000 euros. Y es que se trata de una medida que consideran “prioritaria” porque, aunque el Consistorio no ha recibido multas por estos vertidos, la Agencia vasca del agua, Ura, sí le ha enviado varias cartas comunicándole que tienen que poner coto a una situación que, tal y como informaba ayer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ya ha sido denunciada este mismo mes por el grupo del PP del Valle de Ayala tras los nuevos episodios de “aguas rojas” registrados a su paso por el barrio de Areta. El último, el jueves.
Otros incidentes Con todo, no es de la única mejora que urge esta vieja infraestructura municipal, a tenor de otro desafortunado suceso acaecido el martes de esta misma semana, cuando se registró un herido durante la huida de una vaca que, según varios testigos, “se escapó del remolque del ganadero cuando iba a descargarla al matadero”. Para aclarar lo ocurrido, desde el Ayuntamiento se están analizando las grabaciones de vídeo de las cámaras del propio matadero y ayer mismo, dos miembros del equipo de gobierno se acercaron hasta las instalaciones. El objetivo era doble. Por un lado, determinar con las imágenes “si la desgracia ha sido o no consecuencia del descuido de alguien y si ha habido negligencia en sus funciones”, matizó el alcalde; y, por otro, analizar la situación general del matadero, para determinar los ámbitos o espacios que hay que mejorar.
En este punto, Añibarro añadió otro punto a analizar en relación a quien tiene que asumir el coste de las hipotéticas mejoras. “En el caso de que sea el Ayuntamiento, cuando toque sacar a licitación el servicio habrá que analizar técnica, jurídica y políticamente la inclusión de unas cláusulas que requieran a la empresa concesionaria asumir de alguna forma los gastos de mantenimiento de las instalaciones”, subrayó.
La del martes no era la primera vaca que intentaba huir de su sacrificio en Llodio. De hecho, ya el 23 de abril de 2018, otra de 460 kilos de peso, que deambuló descontrolada por las calles de Llodio, terminó abatida por la Ertzaintza “ante el peligro que implicaba para los viandantes el animal suelto, al retrasarse la llegada de los dardos tranquilizantes que se guardan en la armería de los Miñones en Vitoria”, según explicaron entonces.
Asimismo, Llodio vivió en octubre de 2012 un episodio parecido, cuando un novillo de 300 kilos se escapó del matadero a través de dos puertas y recorrió un kilómetro por los Caminos Viejos y la antigua carretera A-625. El animal también terminó sacrificado por un disparo de la Ertzaintza en una zona verde situada entre la estación de transferencias y la curva de la fábrica de harinas. En su huida arrolló a dos operarios del matadero y provocó daños en varios vehículos estacionados.