llodio - Las redes sociales volvieron a convertirse durante el mediodía de ayer en el medio por el que un vecino de Llodio daba cuenta de un nuevo vertido al río Nervión. Lo hizo mediante la publicación de fotografías que mostraban claramente que las aguas de la cuenca bajaban rojas a la altura del barrio de Areta. Las imágenes eran impactantes, pero no novedosas. Ya han pasado situaciones similares.
La sangrienta estampa, por desgracia, se está convirtiendo en habitual. De hecho, un caso similar, a principios de este mismo mes, llevó al Partido Popular (PP) de Ayala a remitir un comunicado a través del que denunciaba “las continuas infracciones medioambientales por parte del matadero municipal de Llodio, que está vertiendo al río Nervión directamente todo tipo de vísceras y sangre”.
Una situación que, según recogía la misma nota, “se está prolongando en los años sin que el Ayuntamiento, de quien depende el matadero, haga nada por solucionar el problema, que se agrava aún más en verano por el bajo caudal del río y los consiguientes malos olores e inconvenientes para los vecinos”.
Además, “quien debe velar por el cumplimiento de la normativa cierra los ojos ante este problema y luego pide responsabilidades a los demás por el mismo motivo”, opinaba el grupo popular del Valle de Ayala, en alusión a los vertidos incontrolados que últimamente se están produciendo en toda la cuenca del río por parte de alguna empresa.
En este sentido, recalcaban que siempre han denunciado los vertidos incontrolados e ilegales de las empresas que se han producido en nuestros ríos, por lo que también en este caso “exigimos al Ayuntamiento de Llodio que se tomen medidas encaminadas a solucionar este gran problema ambiental y sanitario”.
Pocos días después, en una comparecencia del nuevo equipo de gobierno municipal -formado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE) con mayoría absoluta- se daban a conocer una serie de prioridades que tenían perfiladas para estos próximos meses y entre ellas se encontraba, precisamente, el matadero municipal y “la mejora de la depuración para evitar vertidos no deseables al río”. Eso sí, “antes será preciso valorar los porcentajes de las aportaciones del Ayuntamiento y de la empresa concesionaria”, matizaron. Mientras tanto, el río se volvió a teñir de rojo ayer a su paso por Llodio.