El nombre de Arrastaria resiliente es el elegido por el Ayuntamiento de Amurrio para identificar un proyecto que busca incrementar la capacidad adaptativa de los cultivos y pastos de Arrastaria con el objetivo de mitigar los efectos del cambio climático. No en vano, los 259 kilómetros cuadrados del Valle de Arrastaria -formado por las juntas administrativas de Delika, Artomaña, Aloria y Tertanga, que limitan con Orduña y en las que reside una población de poco más de 350 habitantes- se enmarcan dentro de la Red Natura 2000 (LIC-ES2110004), con una gran superficie de suelo catalogado como zona agroganadera y de campiña de alto valor estratégico y, a su vez, vulnerable al cambio climático, cuyos impactos ponen en peligro la rentabilidad y, por lo tanto, la supervivencia del sector agrario y del valle.
“En la actualidad, el sector primario está en cierto retroceso en Arrastaria, en menor medida que en otras zonas de la CAV, pero su importancia es clave en la estructura paisajística y posee un potencial considerable en el desarrollo económico basado en los recursos territoriales”, explica la alcaldesa de Amurrio, Josune Irabien. En este sentido, los efectos del cambio climático y los sistemas económicos globales “hacen que sea necesario buscar estrategias diferenciadoras que ofrezcan productos propios y que se adapten a los posibles escenarios de un cambio climático”, añade la regidora, haciendo hincapié en que estas estrategias deberán dar respuesta a un entorno en el que el clima provoque una reducción drástica de las posibilidades de producción de alimentos tal y como hoy se conciben, en cuanto a métodos de producción, variedades, manejo o empleo del agua, entre otras. Para llevar a cabo este proyecto, se han realizado diferentes trabajos de investigación con cuyos resultados, sumados a las entrevistas realizadas con los productores de la zona, se ha elaborado un documento de medidas de adaptación y mitigación del cambio climático. Se trata de un estudio de riesgos del territorio de Arrastaria frente a posibles amenazas climáticas como el impacto por heladas, inundaciones y sequías; otro de caracterización de la capacidad agrológica de sus suelos; y un último de identificación de especies silvestres y variedades locales de interés para el consumo, la comercialización, el cultivo o la mejora de las condiciones de adaptación al cambio climático.
Proyectos de futuro El citado documento “servirá para poder desarrollar a futuro proyectos de desarrollo local vinculados al ahorro de agua y energía, al aumento de la biodiversidad y la materia orgánica en el suelo, que permitan aumentar la viabilidad de las explotaciones existentes y garantizar el relevo generacional y la supervivencia del sector, a la vez que mejorar la resiliencia del valle ante escenarios de cambio climático y posibles eventos climáticos extremos”, enumera Irabien.
El proyecto ha sido financiado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y finalizó el pasado mes de junio, aunque desde el Ayuntamiento de Amurrio se quiere continuar trabajando en el desarrollo de las medidas definidas. De hecho, el Ayuntamiento lleva trabajando varios años junto a otros entes del Alto Nervión para crear en Arrastaria el primer parque agrario de Euskadi.