Vitoria - La asamblea de Gasteiz On designó el 4 de junio a Diego Martínez de San Vicente (Vitoria, 42 años) propietario de ArleKin liburudenda (Pintor Díaz de Olano, 7) como el nuevo presidente de la mayor asociación de comercio y hostelería de Vitoria para los próximos cuatro años, tomando así el relevo de Marta Bengochea, que ha ocupado el puesto durante los últimos seis años. Coge el testigo, como dice, en la que probablemente es una de las campañas más duras del año, la de los libros de texto, como da cuenta el trajín que tiene estos días su almacén, donde están perfectamente clasificados. Una trastienda que también deja espacio para una pequeña hemeroteca, con los recortes de prensa con su comercio, y para un despacho, decorado con una caricatura suya junto a un balón del Athletic dibujado a sus pies. “Era en la época en la que el Alavés estaba en otra división y ya sabes”, confiesa este rojiblanco, entre risas.
Acaba de estrenarse como presidente de Gasteiz On, ¿qué tal estos primeros días al frente de la asociación? ¿Ya le ha dado tiempo a hacer algo?
-A hacer poco, porque solo me ha dado tiempo a atenderos. Yo no pensaba que tenía tanta repercusión, pero me han llamado de radios, de prensa, etc. Así que aparte de atender a los medios, he ido haciéndome un poco a la idea de lo que está en marcha para situarme bien.
¿No es un poco jaleo eso de estar al frente de un negocio y tener que presidir una asociación de la talla de Gasteiz On? ¿Por qué decidió meterse en esto?
-Es que alguien lo tiene que hacer porque hay muchas cosas que funcionan en la vida porque hay quien quiere hacerlo de forma gratuita. Me lo propusieron y como no sé decir que no, pues ya está. Y luego, la mejor época no es. Está claro. Para mí desde ahora y hasta el 15 de septiembre es cuando más trabajo tenemos. Ahora me queda ocuparme de qué pasa con las rebajas, de la fiesta de Gasteiz On que tenemos el 10 de julio y poquito más. Y a partir del 15 de septiembre me pongo en serio.
¿Con qué se queda de su predecesora en el cargo?
-Yo creo que con su capacidad de trabajo porque creo que Marta ha currado un montón y con su sonrisa. Nunca ha dicho una mala palabra y nunca la he visto enfadada.
Y en su caso, ¿qué impronta quiere dejar como presidente?
-¿Qué me gustaría que Diario de Noticias escribiese de mí dentro de cuatro años? Que soy un tío normal, un tendero que ha currado por los comercios de Vitoria. Cuando la gente que me conoce, me dice “presidente”, les digo que yo no soy así, que soy mucho más llano y normal. Es difícil caerle bien a todo el mundo y que todo lo que se proponga guste, pero me conformaría con eso.
A la hora de tomar las riendas de Gasteiz On, se ha marcado “trabajar más con los comercios de los barrios” y “reforzar los canales bidireccionales de comunicación entre instituciones. ¿Qué fallaba?
-Yo creo que nos centramos mucho en el centro. Sí que es cierto que necesita un empujón porque está sufriendo, pero también hay mucho comercio de barrio que tenemos que apoyarle. Ver sus necesidades y ayudarle con campañas o lo que sea porque también está ahí y tenemos muchos asociados de Zabalgana o de cualquier zona. Respecto a la comunicación bidireccional es porque veo que es una cosa que sí que falla. Me parece que no sabemos realmente cuáles son las necesidades que tiene el comercio, es decir, a veces se hacen cosas porque hay que hacerlas, pero no llegamos a abajo a decir: ¿Qué os hace falta? ¿Qué nos proponéis? para preguntarle al propio comercio. Y los de arriba (por las instituciones) lanzan campañas que cuestan millones de euros, pero yo veo que eso no cala, porque me pregunto que todo esto con lo que ha costado, a mí, como ArleKin, ¿qué me ha llegado? Un paquete con 20 bolsas, pero nadie me ha explicado que son por temas de reciclaje y que hay que darlas a los clientes en ciertas fechas. A veces toda esa información se pierde y Gasteiz On como está en medio, lo que necesita saber es qué necesitan los de abajo para pedírselo a los de arriba y qué campañas quieren lanzar los de arriba, para contárselas bien a los que están abajo.
¿Qué tal funcionan las mesas de trabajo en las que el comercio está con las instituciones?
-El Ayuntamiento, por ejemplo, tiene la mesa de comercio y para mí, funciona muy bien. He estado en cuatro o cinco con Nerea (Melgosa) y creo que se trabajaban cosas que estaban muy bien. Y con las del Gobierno Vasco también vi una seriedad, con esa sensación de que aquí se viene a trabajar. Pero lo que tenemos que ser capaces es de contar bien a los comercios las campañas, más allá de la circular.
También pretende que el colectivo “siga involucrándose en los eventos de ciudad” y trabajando en ensalzar “el consumo local”.
-Para mí eso es superimportante: el Azkena Rock, Festival de Jazz, cualquier maratón.... Es imposible que Vitoria pierda con hoteles y restaurantes llenos. A mí, por ejemplo, por el Azkena me vinieron cuatro a imprimir la entrada, pero si de esos cuatro, uno me compra un libro para llevarle a su mujer... Daño no te puede hacer por todo lo que mueve eso y que, al final, es una cadena. Aunque el que vende cervezas siempre es el que más gana, seguro que el carnicero también ha vendido más porque servirá a restaurantes. Una vez le pregunté a un taxista por cuál era el fin de semana que más trabajan y me dijeron que era el del Azkena, más que en fiestas de Vitoria, porque es un montón de gente que viene de fuera. Y todo eso lo tenemos que apoyar a muerte.
¿Se le ocurre alguna otra medida que ayude al comercio local?
-Yo tengo muchas cosas en mente, pero eso será para septiembre. Sí que tengo ideas y con Patricia García (gerente de Gasteiz On) sí que he hablado, pero están verdes. Hay que ver de qué manera nos puede ayudar el Ayuntamiento o la Diputación.
¿Son medidas revolucionarias? Denos, al menos, alguna pista.
-No creo que sean revolucionarias, pero, por ejemplo, se podría retomar la propuesta de Maider Etxebarria (PSE), que tenía una idea que propuso en su programa electoral, que era incentivar el consumo local y creo que se puede hacer a través de una tarjeta y cada vez que compres, vaya generando unos puntos, que luego sirvan para canjearlos para pagar el autobús o el tranvía o cosas municipales que salgan más baratas. En Donostia lo están poniendo marcha.
¿Cuáles cree que han sido los mayores éxitos de Gasteiz On hasta la fecha?
-¡Uf, qué pregunta más difícil! (Risas). Para mí lo que ha conseguido Gasteiz On es que hace diez años parecía que la asociación no era una marca registrada, a la gente no le sonaba, o no sabía bien qué era, pero ahora, cualquiera que vea su logotipo, identifica Gasteiz On con el comercio local. Lo importante es que se ha posicionado. Y también ha hecho hitos: como Ardoaraba, pero lo más importante es ese reconocimiento de marca.
¿Con qué evento de todos los que organiza Gasteiz On hacen más caja los comercios?
-Los que más siempre ganan suelen ser los bares. Ardoaraba es una pasada entre la preparación que lleva, la gente que mueve y los bodegueros que van. Está muy profesionalizado. Y luego está el tema de la pasarela, a la que el año pasado fui por primera vez para ver a un amigo, a José, de Ríos Moda, y me impactó mucho también.
¿Y qué va a pasar ahora con esta pasarela, ahora que no va a poder hacerse en el museo Artium?
-Pues como no va a poder hacerse en el Artium, ya está buscada su nueva ubicación para la próxima que se haga: en el Palacio Europa.
Hablando de novedades, ¿planea Gasteiz On alguna iniciativa diferente para este 2019 o para 2020?
-Yo creo que de momento no, aunque en septiembre vamos a hablar de muchas cosas.
Las rebajas de verano han empezado este sábado en muchos comercios. ¿Cómo las afrontan los minoristas?
-La previsión de Gasteiz On, con lo que se preguntó, es que era buena, que esperaban vender lo mismo que el año pasado o hacer un poco más, y un 90% las empezaba esta sábado con un descuento medio del 30%. Parece que siempre estamos de rebajas o promociones. Creo que para el comercio sería bueno que hubiese rebajas de verano y de invierno, como antes. El posicionamiento de Gasteiz On en eso es así, pero está claro que ahora o te subes al carro o te quedas fuera, pese a que vendas todo el año más barato.
¿Son las grandes superficies el mayor enemigo de las tiendas?
-Tenemos que saber convivir con las grandes superficies. Yo compro cosas en el supermercado, pero también en la frutería que tengo al lado. No las podemos ver como nuestros rivales. Si a mí me pusieran un Zara al lado, estaría encantando porque vendrían más a comprarme.
¿Están las tiendas de Vitoria al día para la venta online?
-Se están poniendo, pero nos falta dar un saltito. Un carnicero puede recibir, por ejemplo, pedidos por Whats App y eso también es online.
¿Con más cursos, por ejemplo?
-Primero, hay que ir concienciando a la gente de que eso funciona y luego, echarles un cable y animarles. Desde Gasteiz On en su día se planteó eso y es una de las cosas, que quiero retomar porque contratar a alguien que te haga redes, es muy caro, ¿pero y si contratamos desde Gasteiz On a una persona que haga redes a un módico precio al mes a los 40 comercios que se apunten?
Otra de las cosas que están a la orden del día en el sector del comercio es el envío a domicilio. ¿Se animan las pequeñas tiendas?
-En su día tuvimos ese servicio para llevar los pedidos en bici. Creo que desde Gasteiz On se podría potenciar más, como la publicidad en medios, para ofrecérselos al cliente a un mejor precio.
Ahora que llegan las vacaciones, ¿recomienda cerrar en agosto?
-Yo sí que cierro en agosto, pero porque sé que aquí no vendería gran cosa. Te tienes que plantear cuándo das vacaciones a tus empleados, qué es lo que vende tu tienda... Ahí cada uno se tiene que organizar y ver qué es lo que le compensa.
¿Y qué hay de las polémicas aperturas en festivos?
-A mí no me parece que sea necesario. Yo abro sábados y domingos, pero porque vendo el Diario de Noticias, ¿pero es necesario abrir una frutería? Al final si así lo haces, acostumbras a un cliente a comprarte cuando quiera. Pero creo que se trata de educar al cliente. En mi caso, por ejemplo, del horario con el que empecé, al que tengo ahora, lo he reducido ya tres veces. Antes abríamos más horas, como el domingo, cuando decidí que se abría una hora más tarde por las mañanas porque no tiene sentido estar aquí a las siete de la mañana para tres personas que se van al monte y se quieren llevar el periódico. Y esa hora para mí vale más. Al final, esos tres clientes sigue viniendo lo que pasa es que lo hacen a las 13.30 horas, cuando vuelven del monte. Y si se le explica que vas a estar abierto cuando vuelvan a las 13.30 horas, no pasa nada.