Maeztu - Alrededor de 500 dantzaris de todas las edades se concentraron ayer en Maeztu para vivir la anual celebración del Arabako Dantzari Eguna, la fiesta de las danzas alavesas, organizada por Araba Dantzarien Biltzarra, con el patrocinio de Diputación y Ayuntamiento de Arraia-Maeztu y la colaboración de Vital Kutxa, que se llevó a cabo en una agradable jornada y con gran asistencia.
El evento de este año tenía una consideración de especial, ya que se había invitado a participar en él a grupos de Álava no federados como fueron los casos de Indarra kultur elkartea, Abendaño Ikastola y Triskari Dantza Taldea. Junto a ellos estuvieron los grupos federados Adurtza, Arantzabela Ikastola, Eguzkilore, Haize, Jare, Oketa Alai y Untzueta Dantza Taldea.
Desde media mañana, la localidad presentaba un especial colorido con dantzaris en grupos o con sus familias dirigiéndose había la plaza del frontón, un gran espacio abierto entre la ikastola, el frontón y la calle Mayor donde se iban reuniendo los participantes. Alrededor de las doce y cuarto de la mañana, tras las llamadas de los gaiteros, se formó una larga hilera de danzadores, que, encabezados por los gaiteros realizaron una kalejira por las calles hasta regresar a la plaza.
Allí, sobre la fachada de la ikastola se había colocado una gran pancarta alegórica a la jornada. Y delante de ellos se situaron los gaiteros para ir desgranando y explicando las diferentes danzas que mostraron los grupos llegados de buena parte del territorio. Agintarena, Makil Txiki, Uztai Txiki, Arcos y Jota Laguardia, San Petrike, Zortziko Lezea, Polka Pik, Tamparrantan, Neska Mutilak Azkenean Pozik, Patroi Santuen Dantza, Gasteizko Zortzikoa (popular), y la popular danza riojanoalavesa Txulalai dejaron encantados a los asistentes.
Entre ellos estaba el alcalde de Arraiz Maeztu, Anartz Gorrotxategi, quien manifestaba que “es un lujo poder disfrutar de un Dantzari Eguna en Maeztu. Esto supone, al final, inculcar una cultura, aunque a día de hoy en Maeztu aún no tenemos ningún talde de dantzas. Para nosotros es un día único para que la gente pueda venir a disfrutar del día y para inculcar un poco esta cultura en los más txikis del municipio para que empiecen a participar y, si se puede, crear en el futuro un grupo en el pueblo”.
Por su parte, en los bares restaurantes de la localidad, Izki y Los Roturos, se vivió una intensa jornada de almuerzos y comidas con las que se atendieron a los danzadores, sus familias y los visitantes.
A las seis de la tarde se llevó a cabo una nueva ronda de danzas en la romería y a las ocho y media de la tarde se dio por finalizada la edición, la 42, del Arabako Dantzari Eguna. - Pablo José Pérez