con permiso de la crónica social que se vive hoy en las campas de Armentia, la semana nos ha dejado detalles para endulzarnos la vida.
El martes, la residencia de mayores Zadorra homenajeó a Antonio Rivera Rojo, quien cumplió cien años el pasado 9 de abril. Su nieta María Onecha le leyó una emotiva carta, que escucharon atentos sus hijas Begoña y Vega Rivera, su yerno José Luis Onecha y su nieto político Iñigo Villanueva.
La diputada de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, le hizo entrega de una txapela bordada; mientras que el director del centro, Pablo Echevarría, le colocó a Antonio un precioso reloj, regalo de trabajadores y residentes del centro.
Además, miembros del Cercle Catalá d’Alaba celebraron la fiesta de Sant Jordi como merece la ocasión y por supuesto repartieron rosas tras la adquisición del libro correspondiente.
Así, las socias que se animaron a repartir rosas frente a las principales librerías de Vitoria-Gasteiz fueron Angela Vilagrá, Eulália Guiu y Claudia Herreros, además de Nacho Borrás, entre otros. Una de sus ‘víctimas’ fue el diputado general de Álava, Ramiro González, quien, por otra parte, atendió también, el jueves, a representantes de la Asociación de Pasteleros y Confiteros Artesanos de Álava, presidida por Luis López de Sosoaga.
La excusa de la visita al palacio foral, la entrega de la tarta San Prudencio con motivo de su festividad y que también regaló al alcalde, Gorka Urtaran, en un acto posterior en el Ayuntamiento con presencia de todos los partidos políticos municipales.
Allí Sosoaga estuvo acompañado por Manuel Camacho, de la Cofradía amiga de San Prudencio; Isabel Frejo, de la pastelería Txistu; Alfonso Leal, de la pastelería Los Artesanos; Pedro Agirregabidia y Marian Villar, de la pastelería Marian; Rufino Aparicio, de la pastelería Dantzari; así como Rodrigo Orcajo y Olga Pires, de la pastelería La Fábula.
Entre los asistentes, también se encontraban el abad de la Cofradía de la Virgen Blanca, Ricardo Sáez de Heredia; y otros profesionales del sector llegados de Bizkaia, como José Ramírez, Manuel Angulo o Eduardo Pérez, del gremio de Bizkaia; y Lola Vidán y Fernando Mullor, del de Barcelona.
Todos se reunieron para comer juntos, después, en el restaurante Zaldiaran donde estuvieron también acompañados por Edurne Parro y Urko Pamies, de Aenkomer; y Jon Urresti, de la Fundación Vital.