vitoria - El Ayuntamiento de Llodio ha contratado los servicios de la Fundación Gizagune, especializada en la gestión de conflictos y promoción de la convivencia, para que hasta 2020 se encargue de asegurar el cumplimiento de la guía de recomendaciones y mínimos que se editó y distribuyó entre las lonjas juveniles, para garantizar la habitabilidad, salubridad y seguridad de estos locales.
Gizagune mediará y ejercerá de interlocutor en situaciones de conflictos, organizará charlas e incluso podrá asesorar y acompañar a los jóvenes en la apertura de lonjas o el cambio a otra. Según los últimos datos recabados por el Consistorio, en Llodio existen 28 lonjas juveniles activas de las que el 43% se encuentran ubicadas en el centro, un 19% en el barrio de Latiorro, un 18% en Ugarte, un 16% en Landaluce y un 4% en Areta y la zona industrial de Gardea. El número de usuarios de este tipo de locales supera las 400 personas -una media de 15 en cada uno- y el 78% son chicos, frente a un 22% de chicas.
Dado que se trata de un fenómeno en auge, el Ayuntamiento ya puso en marcha con anterioridad en esta legislatura el programa Lonjakidetza, cuyo objetivo era intervenir, desde una perspectiva positiva, en favor de la convivencia y la seguridad en estos espacios generando relaciones de proximidad entre los implicados. Es decir, propietarios, usuarios y comunidades de vecinos. Dentro de Lonjakidetza se llevó a cabo la citada guía de recomendaciones, entre otras acciones tales como jornadas de encuentro y reflexión, la elaboración de un informe sobre ocio y tiempo libre entre la juventud o un diagnóstico y mapeo para conocer de primera mano el funcionamiento y estado de las lonjas. Asimismo, se efectuó un protocolo interno para dar una respuesta coordinada entre las áreas de Urbanismo, Juventud y la Policía Municipal.
Por otro lado, desde el Servicio de Prevención de Adicciones de Llodio han dado cuenta de la puesta en marcha durante este curso académico de un programa dirigido a familias y escolares, denominado Familias Atentas, en torno al fomento del conocimiento de las propias emociones y consciencia personal, de forma que permita su gestión, la mejora de la atención y el apego como una forma de prevención.