laguardia - La bodega Arabarte Badiola, de Villabuena, ha logrado la declaración de impacto ambiental como paso previo a una modificación de uso de suelo, y por lo tanto, del Plan General, necesario para poder ampliar sus instalaciones, aunque deberá cumplir un amplio rosario de actuaciones de restauración medioambiental, equivalentes al doble del terreno afectado.
Esta firma bodeguera contaba con suelo para poder llevar a cabo sus proyectos de crecimiento hacia el norte, pero parte de las parcelas estaban calificadas como suelo no urbanizable y otras como suelo urbano residencial, y para llevar a cabo la ampliación se necesitaba la calificación de industrial. Para realizar la transformación de suelo, Arabarte inició los trámites ante las administraciones públicas y el servicio de sostenibilidad ambiental del departamento foral de Medio Ambiente dio inicio el 26 de noviembre de 2018 a la fase de consultas a las administraciones públicas afectadas y a las personas interesadas, según el procedimiento que está reglado. Así, la Diputación informa de que en dos de las parcelas situadas en la parte sudoeste hay impuesta una servidumbre de tres metros a cada lado de la conducción de impulsión de aguas residuales que discurre desde la población de Samaniego hasta la depuradora de Villabuena. Se considera que, dada la proximidad de la tubería a la carretera A-3214 y a la intersección de entrada a Villabuena, no parece que suponga un obstáculo para el futuro desarrollo urbanístico. No obstante, aconseja consultar el plano indicando el trazado de la conducción del saneamiento y de la localización del pozo de descarga. La agencia vasca del agua URA, por su parte, con fecha 8 de febrero emitió un informe en el que señalaba que el ámbito se encuentra dentro de la zona de policía del arroyo Herrera. En principio, no prevé URA que se vayan a producir afecciones en el arroyo, descartándose que las actuaciones se localicen en zona inundable. No obstante, recuerda que deberán obtener autorización de la confederación hidrográfica del Ebro (CHE), previa tramitación en la agencia vasca.
El Gobierno Vasco les trasladó un informe en el que se cuestiona la valoración que realiza el documento ambiental acerca de la no presencia en el ámbito de la modificación puntual del hábitat de interés comunitario prioritario 6220 (zonas subestépicas de gramíneas y anuales del thero brachypodietea). Señalan que debe confirmarse la presencia o ausencia del hábitat con mayor rigor, estimando oportuno realizar un estudio botánico. Precisamente por ello, en cuanto a los impactos ambientales, el informe detalla que hay una superficie de unos 4.800 metros cuadrados catalogada como hábitat de interés comunitario prioritario: zonas subestépicas de gramíneas y anuales del thero brachypodietea, de los que se verían afectados unos 2.500 metros. Este tipo de pastizal pertenece a un grupo de formaciones herbosas naturales y seminaturales que tienen la consideración de prioritarias en cuanto a su conservación según la legislación comunitaria. Para compensar la pérdida de este hábitat, la autoridad ambiental estima que deberá realizarse por parte de la bodega una restauración ecológico-paisajística en un cerro o zona de monte parcialmente degradada del entorno, procediéndose en un ámbito que ocupe el doble de la superficie de suelo no urbanizable alterada del hábitat en cuestión, es decir, 5.000 metros cuadrados. Preferentemente se realizará la actuación de recuperación medioambiental en Villabuena, y en todo caso en la comarca de Rioja Alavesa.
Asimismo, en la mayor parte de otras dos parcelas se desarrolla vegetación arbustiva de interés correspondiente con la serie de vegetación del quejigal, con presencia de algunos ejemplares juveniles de quejigo quercus faginea. Este espacio se localiza en un talud que bordea por el norte y por el este todo el ámbito de la modificación puntual ocupando una superficie aproximada de 2.000 metros cuadrados.
Se estima que la alteración de esta área debe igualmente ser objeto de medidas compensatorias de restauración ecológico-paisajística, es decir, el doble de lo afectado: 4.000 metros cuadrados. Por ello, considerando los dos ámbitos, las actuaciones de restauración y compensación medioambiental deben alcanzar una superficie aproximada de 9.000 metros cuadrados.
A pesar de que el departamento de Agricultura considera que la ampliación de la bodega tendrá una repercusión favorable sobre la producción primaria agrícola y, especialmente, sobre la viticultura de Rioja Alavesa, Medio Ambiente establece que deberán incorporarse al documento urbanístico, y ser objeto de adopción, el conjunto de medidas protectoras y correctoras de carácter ambiental mencionadas. Además, deberá elaborarse un proyecto técnico en el que se definan las actuaciones de plantación, mejora y restauración medioambiental y paisajística a llevar a cabo en esa superficie mínima de 9.000 metros cuadrados, con especies rústicas adaptadas a las condiciones climáticas y edáficas de Rioja Alavesa.
Además, se fija que los horizontes correspondientes a la tierra vegetal que se requieran ocupar para la construcción de la ampliación de la bodega y urbanización del área, serán retirados de forma selectiva siendo deseable su redistribución inmediata. El destino de la tierra vegetal serán los trabajos de restauración vegetal y restitución de suelo a realizar en las superficies afectadas por la obra o bien se utilizará para la mejora edáfica de fincas o montes colindantes. A esto se suma que se realizará una labor de seguimiento medioambiental de forma coordinada entre el promotor y la Diputación durante la fase de construcción del edificio de ampliación bodega y de urbanización del ámbito, para conocer y evaluar la eficacia de las medidas correctoras y de restauración y compensación ambiental aplicadas y corregir las posibles deficiencias que se puedan apreciar.