Vitoria - El departamento vasco de Salud y Osakidetza activaron por última vez el protocolo de actuación por tuberculosis el pasado 10 de enero, tras la detección de un caso de esta enfermedad altamente contagiosa, concretamente su tipo pulmonar, en un paciente atendido en el Hospital Universitario de Álava (HUA). Aun siendo una patología frecuente, de la que sólo en Álava se confirmaron 31 casos en el año 2017, la tuberculosis forma parte del catálogo de 60 enfermedades consideradas de declaración obligatoria (EDO) en la CAV, que cuentan con su propio sistema de información epidemiológica. De todas ellas, 19 fueron reportadas en al menos una ocasión a lo largo del mismo ejercicio en el territorio histórico. La más habitual, de lejos, es la gripe, de la que se contabilizaron 4.045 casos también en 2017 y que como la tuberculosis forma parte del subgrupo de patologías de transmisión aérea o respiratoria.
Así se desprende del último informe sobre EDO en manos del área que dirige Jon Darpón, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, y que es fruto de un meticuloso trabajo de detección y monitorización de las afecciones transmisibles de mayor impacto sobre la salud pública. Por descontado, la gripe es la que más trabajo lleva tanto a las consultas de atención primaria como a las Urgencias de Osakidetza e incluso a los despachos del Gobierno Vasco, que analiza muy intensamente la evolución del virus antes de que su impacto llegue a la población, estudiando su comportamiento en el resto de latitudes del planeta, durante temporadas gripales como la actual y también después de éstas.
A lo largo de 2017 se contabilizaron en la CAV 1.472,27 casos de gripe por cada 100.000 habitantes, bastante por encima de la varicela, que año tras año aparece como la segunda EDO más habitual. Durante el ejercicio analizado en el informe, fueron confirmados en Álava 1.096 casos, con una tasa de 244,51 por cada 100.000 habitantes en el conjunto de la comunidad vasca.
La varicela integra un segundo de los siete grandes subgrupos de enfermedades de declaración obligatoria que monitorizan las autoridades sanitarias vascas, las prevenibles por inmunización, que por cierto siguen en el ranking de incidencia a las ya mencionadas de transmisión aérea o respiratoria, como la gripe, la tuberculosis o la temida legionelosis. Esta última dejó en 2017 el saldo de ocho personas infectadas en el territorio. No se conocieron casos de otras integrantes de este grupo como la lepra y la meningitis tuberculosa, que sin embargo sí aparecieron en dos y cuatro ocasiones, respectivamente, sumando los vecinos territorios de Bizkaia y Gipuzkoa.
Siguen en número de casos reportados a estos dos subgrupos de EDO las tres modalidades de hepatitis víricas, las enfermedades de transmisión sexual, las de transmisión alimentaria, las importadas -tropicales en su mayoría- y las zoonosis.
“a la baja” Según confirma Txema Arteagoitia, responsable de vigilancia y vacunas de la dirección de Salud Pública y Adicciones del departamento de Salud, la mayoría de EDO presentan por lo general una tendencia histórica “a la baja” en la CAV, como sucede con patologías como la tuberculosis o la brucelosis, de la que el año pasado no hubo que lamentar ningún caso en toda la comunidad. Algo similar sucede con el ya citado amplio grupo de patologías vacunables, que según Arteagoitia “están reduciéndose desde hace años”. Es el caso, por ejemplo, de enfermedades como el sarampión, la rubeola, la hepatitis B o la enfermedad meningocócica, así como de la tosferina o la parotiditis, cuya incidencia ha descendido “mucho” en relación a la época prevacunal, aunque “de vez en cuando” provocan brotes. De otras enfermedades como la difteria o la poliomielitis no se registran casos desde hace muchos años. En cuanto a la varicela, que según Arteagoitia “ha sido muy importante cuantitativamente”, es previsible que su incidencia se reduzca “significativamente” en los próximos años debido a la extensión de la vacunación universal a los 15 meses y los cuatro años de vida de los niños decretada en 2016.
El informe destaca que de las 19 EDO que tuvieron presencia a lo largo de 2017 en Álava, siete fueron precisamente de las consideradas prevenibles por inmunización, encabezadas por la varicela. La siguió en casos declarados en Álava la parotiditis, comúnmente conocida como las paperas, que por cierto experimentaron un notable repunte en la CAV, de los 11,97 casos por 100.000 habitantes de 2016 a los 42,74 del año pasado. En Álava se contabilizaron 110 casos.
Unos escalones por debajo aparecieron la tosferina, con 40 casos en el territorio, o la peligrosa enfermedad neumocócica invasiva, que se encontró en 35 pacientes alaveses y que en el conjunto de la CAV dejó 31 personas fallecidas de entre los 292 casos que se detectaron. Más testimoniales fueron la enfermedad invasiva por haemophilus influenzae, de la que se registraron ocho casos en Álava, curiosamente casi la mitad de los 17 declarados en la CAV, o la enfermedad meningocócica, declarada en dos ocasiones más.
En cuanto a las hepatitis víricas, que ocupan el tercer puesto en la clasificación de EDO más frecuentes, a lo largo de 2017 fueron detectados en Álava 38 casos del tipo A, cuya transmisión es fecal-oral, 13 del tipo B y 11 del C, curiosamente de los 13 que en total se detectaron en la CAV. Por fortuna, la generalización de los antivirales de acción directa desde el sistema público ha logrado comenzar a curar en un altísimo porcentaje esta enfermedad hasta hace no muchos años crónica.
El último informe de EDO deja otros datos relevantes como la detección en Álava, en el ámbito de las patologías de transmisión sexual, de 18 casos de sífilis y cuatro de infección gonocócica -gonorrea-, que en este último caso está “en franco aumento”, según Arteagoitia. 2017 dejó también en Álava cuatro casos de shigelosis y siete de listerioris, que según el responsable sanitario “ha cobrado protagonismo” a lo largo de los últimos años dentro del subgrupo de enfermedades de transmisión alimentaria. También se detectaron en el territorio seis casos de fiebre Q, la única zoonosis declarada durante todo el año, al menos en Álava. Se trata de enfermedades propias de los animales que pueden presentarse de forma incidental en los humanos, y que según Arteagoitia “hoy se vigilan mucho mejor”.
En el foco de las autoridades sanitarias se encuentran también las patologías importadas, de carácter emergente en nuestro entorno, como son el zika, el dengue o el chinkungunya, que tal y como avisa el responsable de vigilancia y vacunas “pueden cobrar mayor importancia en el futuro”. Se trata de enfermedades relacionadas con los fenómenos de la globalización y el cambio climático, cuyo riesgo de transmisión ha aumentado considerablemente por la creciente capacidad de las personas y las mercancías para viajar por todo el mundo. La presencia de “vectores” que pueden transmitir infecciones como el mosquito tigre es otro factor relevante. En concreto, a lo largo de 2017 se detectaron en Álava ocho casos de paludismo -malaria- y uno de chikungunya.
“Estos fenómenos están cambiando el nivel de riesgo epidemiológico a nivel mundial”, remarca Arteagoitia, que también alerta sobre el “resurgir” en el ámbito europeo de patologías “perfectamente controlables e incluso erradicables” con las vacunas, como el sarampión, debido a las bajas tasas de inmunización que existen en determinados países.
23 años de vigilancia moderna. Aunque existen series numéricas de las enfermedades de declaración obligatoria (EDO) desde 1964, su vigilancia moderna se inició en 1996, cuando fue creado mediante decreto el actual sistema de vigilancia epidemiológica de la CAV.
Los objetivos. Entre los objetivos principales de esta herramienta están disponer de información epidemiológica rápida y de alerta temprana para actuar mediante la detección, el control y la prevención de las EDO y, en definitiva, evitar su potencial diseminación. Además, el sistema busca mantener un conocimiento actualizado y permanente de la situación de estas patologías en la CAV, identificar tendencias y cambios en el patrón epidemiológico o establecer bases para la investigación.
30 nuevas enfermedades. El actual listado de EDO engloba 60 patologías distintas, ampliadas en 30 más en enero de 2016 tras una modificación del decreto de 1996. El catálogo abarca desde patologías clásicas como el botulismo, el sarampión o la tuberculosis hasta otras incluidas recientemente como el zika o el ébola.
El jefe de vigilancia y vacunas del departamento de Salud recuerda que el riesgo de epidemiológico está cambiando a nivel mundial.