laguardia - Veinte años después de dar los primeros pasos, Laguardia, y con ella la comarca de Rioja Alavesa, estrena mañana su tanatorio, empeño al que ha dedicado buena parte de su vida el empresario Fernando Santamaría, quien ha encomendado la gestión de ese servicio a la sociedad Mémora, especialista en ese tipo de instalaciones.

La presentación de esta iniciativa a la sociedad de la comarca está prevista para mañana, a las 12.00 horas, y consistirá en un sencillo acto en el que el párroco de Laguardia, Antonio Mijangos, bendecirá las instalaciones. Posteriormente los numerosos invitados podrán recorrer el tanatorio y disfrutar de un lunch preparado para la ocasión por el anfitrión junto con el gerente de Mémora, Jerónimo Miguel Royo.

El lugar elegido para la ubicación del tanatorio es una construcción que se encuentra en las traseras de la gasolinera y en un lateral del restaurante Las Postas, desde el que se divisa la Casa del Vino de Laguardia y un mar de viñedos en dirección hacia Lapuebla de Labarca. Ese edificio en su día albergó un concesionario de automóviles, según relata su propietario. La adecuación ha tenido un coste de unos 300.000 euros.

El acceso se realiza a través de un amplio hall de entrada de 37 metros cuadrados en cuyo frente se encuentran las dos salas de velatorio previstas inicialmente, así como un amplio cuarto de aseo. Cada una de las salas dispone de un salón de estar y un amplio espacio delante del cristal del túmulo, espacio al que los empleados acceden por una puerta situada en la trasera del mismo.

Desde la zona de entrada al tanatorio, a mano izquierda, se encuentra la sala de contratación, desde la que también se accede a una salita de exposición de material funerario y a un pasillo distribuidor donde se encuentran la puerta de servicio de la calle, la sala de preparación y las entradas a los dos túmulos para los trabajadores. El exterior, decorado muy sobriamente, dispone de una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida y varios espacios para que los visitantes puedan aparcar cómodamente sus vehículos.

Fernando Santamaría ha explicado a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que la idea del tanatorio, que no dispone de crematorio, es que esté abierto a toda la comarca, desde Oion a Labastida, así como para pueblos de la región vecina, La Rioja, como Fuenmayor o Cenicero, entre otros. De hecho, la operadora que lo gestionará, Mémora, cuenta con más instalaciones, como por ejemplo en Logroño.

20 años de gestiones Para Fernando Santamaría, la inauguración del tanatorio supone la culminación de un larguísimo proyecto comenzado en 1998. Concretamente, las primeras gestiones las comenzó el 16 de diciembre de 1998, cuando adquirió un gran terreno al otro lado de la carretera hacia Lapuebla de Labarca con esa finalidad, una parte del cual lo cedió en su momento a la Diputación Foral de Álava para que esa institución pudiera construir la entrada a la Casa del Vino de Laguardia. El proyecto no salió adelante por razones urbanísticas y el 31 de mayo de 2005 volvió a solicitar la modificación de las normas de Laguardia para esa parcela, sin que tampoco lograra una contestación positiva o negativa. En noviembre del año 2006 fue la propia Corporación municipal la que ofertó una compra de suelo por valor de 137.508,32 euros para adquirir un solar de carácter municipal donde poder ofrecer ese servicio a los vecinos de Laguardia o de Rioja Alavesa.

El tema le resultó interesante a una empresa, Inversiones Funerarias Reunidas (Mémora), con sede, entre otros lugares, en Logroño, que el 6 de junio de 2008 solicitó licencia para establecerse en Laguardia, siendo alcaldesa María Jesús Amelibia. Sin embargo, el tema no fraguó, aunque la impresión inicial que se dio desde el Ayuntamiento fue positiva, porque un año después, el 4 de agosto de 2008, la misma empresa solicitaba de nuevo la licencia de actividad para trabajar en el polígono 13, parcela 458 de Laguardia, que está situada en la salida hacia Lapuebla de Labarca.

Sin embargo, el Pleno municipal no dio el visto bueno a la modificación de uso de suelo que era necesaria. El empresario no se arrendó y lo volvió a intentar el 7 de febrero de 2013, sin resultado aunque inició un proceso judicial, por la vía criminal -tres en realidad-, que no cuajaron porque según los tribunales, “no se discute que el proyecto presentado por el señor Santamaría fuera legal y que el Pleno del Ayuntamiento pudiera haber modificado las normas urbanísticas para aceptar aquél, pero la cuestión es que, al menos a los efectos de este proceso penal, tampoco el rechazo del mismo era contrario al ordenamiento jurídico, porque los concejales y el alcalde pueden tomar determinaciones, aceptando o denegando propuestas y peticiones (...) dentro del marco jurídico correspondiente, sin que haya de concluirse que cada vez que rechazan alguna solicitud, necesariamente incurren en un delito de prevaricación”.

Cinco meses después, el 2 de julio envió otra carta al Ayuntamiento solicitando que se le diera una respuesta a su petición de instalar un tanatorio en Laguardia y lo más que logró fue una reunión, veinte días después, con el nuevo alcalde, Amézaga, y unos técnicos, donde tampoco se aclaró nada.

Una semana después, Fernando Santamaría comunicó que además del tanatorio existía la posibilidad de construir un supermercado en esa parcela, concretamente un Eroski City y otro proyecto más de alojamiento, un hotel mediano, de unas 40 plazas de las que Laguardia nunca está sobrada. Todo esto quedó plasmado en un escrito que se remitió al Ayuntamiento el 30 de enero de 2014, tras recibir, según él, los parabienes de la Diputación Foral, y de los servicios de Carreteras y de Medio Ambiente, aunque los plenos celebrados en julio, en octubre y en diciembre de ese año se mostraron contrarios a la petición del empresario, al parecer porque aquella Corporación quería llevar el tanatorio a otro lugar.

Santamaría insistió y comenzó el proceso de adecuación urbanística del solar. De esa forma se llegó al 14 de julio de 2016, fecha en el que finalmente se llevó a sesión plenaria la modificación puntual del área 25 (Área Industrial Sur), que afectaba a la ubicación elegida, que fue apoyada por los cuatro votos del PP, los dos de Bildu y uno de Ciudadanos. El resto, hasta los nueve votos del Pleno, fueron una abstención del PNV y otro, el de la concejala María Jesús Amelibia, que se ausentó de la votación. Por lo tanto, la propuesta se aprobó y se publicó en el BOTHA del día 17 de agosto, abriéndose un plazo para reclamaciones, en el que no se presentó ninguna. Por lo tanto Fernando Santamaría recibió la aprobación definitiva para iniciar las obras que han concluido ya, como se podrá apreciar en la inauguración prevista para mañana, y a la que asistirá el alcalde de Laguardia, el popular Pedro León.