Vitoria - La Diputación Foral de Álava prevé impulsar y poner en marcha de aquí al próximo mes de mayo, cuando concluya la presente legislatura, hasta 104 nuevas plazas de servicios sociales, la mayoría de las cuales, 38, serán residenciales para mayores y mediante la fórmula de la concertación. Según detalló ayer en las Juntas Generales la diputada de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, estas plazas se sumarán a las 77 ya creadas por el gobierno foral PNV-PSE desde que inició su mandato y a las 195 también incorporadas a su red a través de un acuerdo marco suscrito con el Ayuntamiento de Gasteiz, donde se incluyen las 99 residenciales del CIAM San Prudencio y las 40 de centro de día de este mismo recurso. Las previsiones de la responsable foral apuntan a que Álava contará con 376 nuevas plazas de servicios sociales cuando finalice la legislatura.

Olabarrieta, que presentó en la comisión del ramo un informe sobre el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos en el mapa alavés de servicios sociales (2016-2019), reconoció que hay recursos y prestaciones “que están pendientes de alcanzar el objetivo previsto” en este documento “por distintos motivos”, que hay otros “en los que se han cumplido esos objetivos” y algunos más “en los que se han desarrollado muy por encima de las previsiones marcadas”. La titular de Servicios Sociales justificó que el ente foral no ha llegado a los mínimos marcados por esta herramienta de planificación en algunos casos porque “la realidad ha llevado a priorizar otras cosas”, en definitiva porque el mapa “se ve superado” en ocasiones “por las demandas reales que existen”.

En cualquier caso, Olabarrieta consideró “prioritario” seguir ampliando en adelante el número de plazas residenciales en determinados recursos como los centros de personas mayores, “debido a las previsiones del crecimiento de la demanda”. Al respecto, la diputada recordó que el ente foral ha iniciado ya las tramitaciones para crear 240 plazas sociales más a partir del año 2020, donde se incluyen las 150 que incluirá el complejo residencial Arabarren.

Además, apuntó que es “necesario” desarrollar otros ámbitos como el de la exclusión social, dado que hasta esta legislatura “no se habían asentado las bases para identificar las necesidades ni se había realizado una planificación” en este campo.

Olabarrieta se encontró también con las críticas de la oposición. Desde el Partido Popular, Ana Morales puso en duda la “credibilidad” de este informe “de parte” y censuró la “total autocomplacencia” del ente foral , ya que en su informe “no reconoce ni un incumplimiento” pese a que “el balance es cero en algunas cuestiones”. Desde EH Bildu, Luis Salgado también recordó que los compromisos de este mapa eran de inicio “para 2017”, y que a día de hoy “tendríamos que estar hablando del siguiente mapa de servicios sociales (2019-2024)”, tal y como establece el plan estratégico del Gobierno Vasco.