vitoria - Videojuegos, robótica, conferencias y muchas horas sin dormir. La quinta edición de la cita Araba Encounter dio ayer el pistoletazo de salida a tres días de buen ambiente y diversión entre los cerca de tres mil visitantes que el evento espera reunir estos días.
De ellos, 320 han acudido a la cita con sus ordenadores para participar en torneos, jugar en equipo y desvirtualizar en muchos casos a los gamers con los que juegan on line desde sus casas.
En realidad, el encuentro tuvo el jueves un aperitivo con la llegada de los primeros participantes, que adelantaron la inauguración oficial alargando la noche para, entre otras cosas, ver en directo el streaming de los Game Awards, los premios a los mejores videojuegos del año que consagraron merecidamente a God of War como el mejor juego de 2018.
Ayer por la mañana no eran pocos los que optaban por echar una cabezadita en las tiendas de campaña instaladas en la parte superior del Palacio Europa. Mientras, en las salas contiguas se desarrollaban las conferencias, las demostraciones de realidad virtual, los talleres de modding y las clases de drones y robótica, en la zona principal los asistentes hacían lo que habían ido a hacer, jugar a videojuegos.
“Es mi primera vez en Araba Encounter y, de momento, me gusta mucho cómo está montado, pequeñita, muy acogedora”, apuntaba Carlos Ruiz, llegado de Logroño a la cita alavesa “sobre todo para jugar torneos, al Counter Strike, League of Legends, PBUG...”, subrayaba sobre algunos de los juegos que más pasiones levantan en la comunidad, con permiso obviamente de Fortnite, el indiscutible número 1 del juego on line actual. “Esta noche sólo hemos dormido tres horitas pero ya estamos en pie”, aseguraba entre risas.
Durante estos días se desarrollarán más de treinta competiciones, desde torneos de videojuegos a desafíos para programadores, pasando por retoque fotográfico, música digital, ilustración o creación de vídeos. También hay cabida para talleres sobre temáticas tan variadas como la creación de sonidos digitales, cómo confeccionar un vídeo curriculum o cómo programar efectos de luces y colores en una tira de leds.
“Además de jugar a videojuegos intentaremos participar en alguna gymkana, ir a ver las carreras de drones... Está bien porque hay mucha variedad”, explica Diego Aparicio, llegado en su caso desde Haro y debutante también en la Araba Encounter. “Vengo sobre todo a jugar, que al final es la gracia de acudir a estos sitios. Venir juntos y participar en los torneos con gente que juegas todos los días y que conoces de antes. Eso y aguantar despierto lo máximo posible estos tres días”, repite al igual que su compañero de Araba Encounter.
Recién salido de la tienda de campaña, vestido con una sudadera y el pantalón del pijama, Roberto García hacía acopio bajo la mesa del ordenador de comida y bebida para él y sus compañeros, nevera incluida. “Mi hermano está arriba durmiendo todavía. Venimos sobre todo a reunirnos con más gente, algunos que conocemos de antes, de otras parties. Conocernos un poco más entre la comunidad de jugadores, de frikis, que nos gusta jugar mucho y dormir poco”, sostiene.
presencia femenina Entre los más de trescientos participantes que han acudido con sus ordenadores las chicas siguen siendo una minoría, pero “cada vez somos más”. “Se ven pocas, pero cada vez más. Cuando empecé y vine a la Euskal Encounter de 2011 éramos muy pocas nada, igual cien de las 3.000 personas que estábamos, pero ahora se ven más, y eso es bueno”, aseguraba Marta Comas, llegada desde Tarragona con un grupo de amigos con los que pasará estos días jugando a Destiny, Halo y otros first person shooters. “Vengo sobre todo a jugar en equipo, a apuntarme a actividades, ver conferencias... a disfrutar”, concluye.
Palacio Europa. Además de los torneos de videojuegos, los asistentes pueden ver conferencias, demostraciones de realidad virtual, asistir y talleres y clases de informática y robótica o demostraciones de drones, entre otras propuestas para estos días.
Diez Gbps. La conexión a Internet de los 320 ordenadores de los asistentes alcanza velocidades de diez Gbps.