vitoria - La decimotercera edición de Ardoaraba inunda ya Vitoria con los mejores vinos de las cerca de cincuenta bodegas que se reparten este año por las diferentes carpas y espacios de degustación. Con el objetivo de alcanzar los cien mil visitantes, la feria enograstronómica quedó ayer inaugurada como preludio a tres días que especialmente ajetreados.
“Venimos desde la primera edición y siempre ha habido mucha gente. Hay que promocionar más Rioja Alavesa y una feria como ésta viene bien, porque la gente te conoce, luego se animan a visitar tu bodega... Nos gusta mucho el ambiente que se genera, por eso vengo todos los años”, asegura Laura Muro, de Bodegas Muro, en Lapuebla de Labarca. Los que se acerquen a su stand, en la carpa de la plaza de los Fueros, podrán degustar desde “nuestro vino de año, de 2017 porque el nuevo se está terminando, todavía estamos en ello; el blanco que acabamos de sacar ahora mismo, que lo traigo recién embotellado y ya nos lo están pidiendo por todos lados, el reserva Muro 2014 y el Muro crianza”. También repetidores en Ardoaraba, aunque en su caso “por quinta o sexta edición”, desde la bodega Ramón Sáenz, en Baños de Ebro, ofrecen sus vinos ecológicos a quienes se acerquen a la plaza de la Provincia.
“Somos productores ecológicos y mantenemos la tradición familiar, cultivando la viña de manera tradicional. Traemos blancos, rosados, tinto joven y tinto de crianza. Para nosotros es una experiencia muy buena venir a a Ardoaraba porque la gente se interesa mucho por la producción ecológica de nuestros vinos”, explica Ramón Sáenz. En la misma carpa, otro bodeguero, Eduardo Pascual Alútiz, de Bodegas Alútiz-Pascual Berganzo, de Samaniego, se estrena este año en Ardoaraba. “El año pasado participamos con catas comentadas, pero este año nos hemos animado a venir, con nuestros vinos jóvenes de maderación carbónica y para presentar Nena de Alútiz, un vino blanco semidulce que acabamos de sacar al mercado”, apunta. Y como no sólo de buen vino vive el visitante de Ardoaraba, la feria cuenta con stands como los de Boilur, cuyos cocineros ultimaban ayer los cerca de 5.000 pintxos que servirán.
“Tenemos callos, un poquito picantes; morcilla con alegrías, la tortilla de patatas y el jamón con pimiento verde. Estamos preparados”, adelanta Mikel Trabanca.