el entorno rural ha cambiado radicalmente su fisonomía desde finales del siglo XIX y principios del XX, cuando el comercio de cercanía, esa tienda de ultramarios de toda la vida, estaba presente en numerosos pueblos de la geografía de Álava. Tiendas que eran mucho más que locales en los que podía encontrarse casi cualquier cosa, sino todo un punto de encuentro para las gentes del campo, donde también solían localizarse los escasos servicios de la época, como el teléfono público o incluso el consultorio médico.
El progresivo despoblamiento, impulsado por una movilidad entonces desconocida, y la falta de relevo generacional se llevaron por delante buena parte de estos pequeños comercios rurales que insuflaban vida a los pueblos, pero por fortuna su memoria continúa viva. El libro Atzo eta gaur, que vio la luz el pasado mes de diciembre, recuperó parte de esa memoria colectiva recorriendo la historia de nueve negocios ya desaparecidos y la de dos más que todavía hoy tienen sus puertas abiertas, el bar Ruiz, de Espejo, y la Vito Etxea, de San Vicente de Arana.
El trabajo de campo de su autora, la socióloga Karmentxu Intxaurraga, que contó con la colaboración de Iñaki Jaltzo y Haizea Etxebarria Zelaia, ha permitido que salgan a la luz nuevas historias que, de la boca a la oreja y de ahí al papel, muy pronto verán la luz en lo que será la segunda parte de Atzo eta Gaur. “Aunque ya hay material para una tercera y hasta una cuarta”, reconoce Intxaurraga en conversación con este periódico. La publicación, que tendrá una estructura muy similar al primer Atzo eta Gaur, volverá a estar editada por la Asociación de Concejos de Álava (ACOA/AKE) y financiada por la Diputación alavesa. Estará lista para este próximo diciembre y podrá encontrarse, como la primera, en la sede de ACOA/AKE sita en Elorriaga.
Intxaurraga pone en valor ante todo la “disposición” de las decenas de personas que han hecho posible este sueño, que tiene como objetivo fundamental visibilizar y poner en valor un eslabón fundamental en la cadena de la vida de los concejos. “Todas las historias han ido saliendo después de rebuscar en la memoria familiar y en el camarote”, apunta la autora, que se puso manos a la obra con el libro original en el segundo semestre de 2017.
tirar del hilo Intxaurraga recorrió todas las latitudes de Álava y recuperó las historias de la tienda y el bar de Zalduondo, que cerró sus puertas en 1980 tras regentarlo tres generaciones; de la cantina de la estación de Albéniz, inaugurada a mediados del siglo XI; de Ultramarinos Isasmendi, de Ozaeta, que dijo adiós en 1991... O de varios negocios familiares que incluso repartían su género por los pueblos del entorno en burro o mula, con alforjas o carro. Uno de ellos, Ultramarinos Romero de Bernedo, cerró sus puertas en 2008. “La respuesta ha sido tan buena que nos llaman y nos siguen contando historias”, reconoce Intxaurraga, que promete que seguirá “tirando del hilo”. Y que no pierde la esperanza por el futuro de un comercio rural que, como en el caso de la tienda del centro social de Manzanos, también registra nuevas aperturas.