llodio - Tras todo un año de duros entrenamientos de cuerpo y mente, el próximo 10 de octubre partirá hacia Katmandú (Nepal) la expedición de jóvenes vascos Oxigenoa Euskarari 6.000 metroan ere, que pretende llevar a las cumbres de la cordillera del Himalaya el uso del euskara junto a la lengua de los jóvenes sherpas que les acompañarán.
Se trata de un intercambio cultural en el que van a tomar parte jóvenes de entre 16 y 18 años de las siete provincias de Euskal Herria, entre los que se encuentran los laudioarras Iker Zubizarreta y Jon Fombellida. Junto a ellos también estará el también laudioarra Julen Reketa, guía profesional de montaña. La representación del Alto Nervión se completará con la joven de Orozko Besaide Astobiza. Para todos ellos, será una increíble oportunidad para subir dos seis miles. Y es que a lo largo de todo un mes (del 11 de octubre al 9 de noviembre) convivirán con otros diez jóvenes del pueblo sherpa aprendiendo su cultura, sistema político, educación o sanidad para, a la vuelta, realizar un documental (en formato de serie de ocho capítulos temáticos) que proyectarán y explicarán allá donde les requieran.
Para ello, llevan con ellos al joven productor y cámara guipuzcoano Mikel Fernández, quien además de haber hecho el seguimiento del grupo durante sus entrenamientos y preparativos, también se encargará de filmar la expedición. Es decir, un recorrido de 29 días a pie alrededor del Everest, Lhotse, Makalu y Cho Oyu a través de los valles de Imja, Khumbu, Gokyo y Thame con ascensiones a cumbres de más de 6.000 metros como el Island Peak y el Lobuje Peak, y a otras tres por encima de los cinco mil.
Además, llevan la intención de realizar el primer diccionario de euskara-sherpa, ya que esta última es una lengua que tiende a desaparecer, puesto que solo se transmite de forma oral entre generaciones, sin que ellos mismos sean muy conscientes de ello. “Durante esta aventura estará con nosotros un grupo de jóvenes sherpas cuyo idioma también es minoritario y debe ser valorado. Por todo eso intercambiaremos nuestras propias lenguas aprendiendo cada uno unas cien palabras de las lenguas respectivas, nosotros aprenderemos el sherpa y ellos el euskara”, subrayan.
Para recaudar fondos para esta aventura, han logrado la ayuda de instituciones y comercios, y también han vendido boletos y camisetas, y hasta han llegado a organizar un concierto despedida en Oñati el pasado día 16, en el que lograron involucrar a artistas reconocidos tales como Maider, Nahia Robles, el rockero Petti, Niko Etxart o Mikel Urdangarin, por citar alguno. No obstante, el coste por cada joven mendizale, entre vuelos, visados, guías, alojamiento y equipo, ronda los 6.000 euros. De ahí que también hayan lanzado una campaña de crowdfunding a través de Ulule (https://www.ulule.com/himalaia-oxigeoa/), con el objetivo de recaudar 5.000 euros en donativos hasta martes 2 de octubre.
“Estamos seguros de que esta expedición será muy enriquecedora y nos guiará a lo largo de nuestras vidas, en tanto en que será una experiencia inolvidable y una oportunidad única para nosotros. Por todo eso pedimos colaboración y ayuda, porque para nosotros es un objetivo realizable y honorable: valorar e intercambiar el euskara con el sherpa en el techo del mundo”, subrayan.
Desde 2010 El proyecto Oxigeno Euskarari nació en 2010 de una iniciativa de la Comisión de Euskara del Ayuntamiento de Llodio y de la Asociación de Guías de alta montaña Mendiak eta Herriak con el objetivo inicial de fomentar y compaginar el uso del euskara con la práctica del montañismo entre la juventud del País Vasco. A día de hoy, en cambio, el proyecto ha tomado envergadura, dando el salto a jóvenes de toda Euskal Herria y superando el marco de nuestras montañas para partir al encuentro de otras regiones montañosas de todo el mundo, a fin de compartir nuestra cultura y lengua, y descubrir las de otros pueblos.
Ni que decir tiene que para conocerse entre sí y prepararse para esta aventura, los jóvenes expedicionarios se han sometido a un duro entrenamiento que les ha llevado a recorrer y ascender las cimas más altas de los Pirineos como el Posets (3.369 metros), el Aneto (3.404 metros) o el Perdiguero (3.222 metros). “Este recorrido por los Pirineos nos ha servido, en cierto modo, para hacer un test de adaptación con el peso del saco, el calzado rígido o el uso de los crampones y el piolet en los neveros, que hemos completado con noches en refugios de alta montaña como Ángel Orús, Estos, Portillón o La Renclusa”, enumeran, “satisfechos” de los pasos dados hasta ahora en una experiencia que, cuando menos, promete ser enriquecedora.