Vitoria - Han sido años de protestas, de gestiones, de denuncias y hasta de historias de vecinos pasando frío en invierno porque no podían pagar las facturas del gas licuado de Repsol y evitaban poner la calefacción o usar el agua caliente. Años de incertidumbres porque cada paso adelante se tropezaba con alguna traba administrativa que retrasaba la solución. El próximo lunes, sin embargo, se encenderá la antorcha del depósito regulador y el gas natural comenzará a llegar a los hogares, comercios y empresas de Labastida.
No en vano, ese día está prevista la inauguración de la planta de gas natural de Nortegas con la asistencia, ya confirmada, de Javier Zarraonaindia, viceconsejero de Industria del Gobierno Vasco; Alejandro Legarda, presidente de Nortegas, y Laura Pérez Borinaga, alcaldesa de Labastida, junto a otros responsables de que este proceso haya terminado felizmente.
La preocupación general en Labastida, y otras localidades, por el precio que cobraba Repsol por su gas licuado llevó a que se constituyeran plataformas para tratar de cambiar esa situación. En abril de 2011, las plataformas de Labastida y de Izarra informaron a los vecinos de la localidad riojanoalavesa del comienzo de movilizaciones y ese mismo día se llevó a cabo la primera protesta frente al Ayuntamiento.
Los portavoces de estas plataformas, Leticia Alfaya Lozano, de Labastida, e Iker Vileya, de Izarra, recordaron a los vecinos de Labastida que el problema no se ceñía tan solo al territorio histórico, sino que hay muchos movimientos de protesta en otros lugares, y siempre contra la misma empresa, Repsol, en Bizkaia, Levante, La Rioja y otras zonas, “y curiosamente siempre en el medio rural”, denunciando que mientras una familia media paga en Vitoria alrededor de 120 euros con calefacción, en los pueblos, las facturas rondan entre 300 y 800 euros en las mismas circunstancias.
El principal escollo para resolver el problema era que había muchos ayuntamientos que tenían firmados contratos con Gas Repsol con una duración de 60 años, que puede suponer un problema a la hora de rescindir el contrato para firmarlo con otra compañía, entre otras con las de gas de tipo natural, que es mucho más barato.
El entonces alcalde, Ignacio Orive, comenzó gestiones en Madrid y participó en un acuerdo a nivel nacional, en abril de 2013, con el que se resolvía que la existencia de los dos tipos de gas, el licuado y el natural, podían convivir en el mismo pueblo o ciudad, algo a lo que se oponía duramente Repsol. Con esa aclaración, a la empresa sólo le quedaba la opción de asumir que habría una doble canalización en Labastida o que tendría que vender la suya.
la adjudicataria El Gobierno Vasco confirmó que la empresa adjudicataria de ese servicio sería finalmente Naturgas. Era el 25 de mayo de este año y tras la exposición pública, con la ausencia de nuevos recursos por parte de Gas Natural, el 13 de junio se declaró firme la adjudicación.
A partir de ese momento comenzaron de verdad los trabajos preparatorios para la llegada del gas. Lo primero que se tenía que resolver era la ubicación de la planta de distribución del Gas Natural Licuado (GNL). La solución vino en la zona sur de Labastida, en unos terrenos rústicos, propiedad particular. Al tener esa calificación y no contar con ninguna declaración medioambiental, desde el Ayuntamiento se consideró que podía ser el lugar idóneo. El siguiente paso fue la negociación con los propietarios de los terrenos, y, en tercer lugar, Naturgas comenzó a negociar con Repsol para utilizar las canalizaciones existentes.
La inauguración. El lunes está prevista la inauguración de la planta de gas natural de Nortegas con la asistencia, ya confirmada, de Javier Zarraonaindia, viceconsejero de Industria del Gobierno Vasco; Alejandro Legarda, presidente de Nortegas, y Laura Pérez Borinaga, alcaldesa de Labastida.
El proceso. La preocupación en Labastida y otras localidades por el precio que cobraba Repsol por su gas licuado llevó a que se constituyeran plataformas para tratar de cambiar esa situación. En abril de 2011 se informó a los vecinos Labastida del comienzo de movilizaciones.
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Años. Son los que han transcurrido de conflictos y burocracia para que el gas natural sustituya al licuado en el término municipal de Labastida para abaratar así la factura de los consumidores.