VITORIA - La actividad política en el Ayuntamiento empezará a recobrar el pulso una vez superada la festividad de Olarizu de hoy. Es esta romería la que habitualmente señala el fin del paréntesis de tranquilidad estival en los despachos de la Plaza Nueva a la hora de afrontar todas las cuestiones en el día a día de la ciudad. Este nuevo curso político llega, además, con el aliciente añadido de ser el último de la lesgislatura que ha encabezado Gorka Urtaran y que va a desembocar en la cita con las urnas para renovar la Corporación, fijadas para el 26 de mayo de 2019. Sin perder de vista la sombra de esa estación final, la actividad de las seis formaciones representadas en el Consistorio va a girar en torno al día en el que los gasteiztarras van a evaluar, con sus votos y apoyos a cada partido, la gestión y trayectoria de estos cuatro años.

Tras haber cubierto el 75% del camino, resta por completar ese cuarto final de mandato con asuntos que volverán a destapar el debate y las fricciones entre los partidos. En el horizonte más cercano se presenta el debate y la negociación para aprobar las ordenanzas fiscales, que regirán los precios, impuestos y tasas públicas de Gasteiz durante el próximo año. La propuesta del regidor jeltzale pasa por congelar los grandes impuestos y aplicar una subida del 2% a las tasas. El pasado año logró sacar adelante su proyecto con el acuerdo logrado con el Partido Popular y las negociaciones para tratar de reditar un nuevo pacto fiscal ya han comenzado entre ambas formaciones.

Otro nudo gordiano de esta recta final será el referido al Presupuesto 2019 y las posibles alianzas y apoyos que pueda recabar Gorka Urtaran para poderlo sacar adelante. Ahí es más complicado que pueda recibir los votos de otra formación y todo apunta a que se llegará al final de la legislatura con un presupuesto prorrogado. Es habitual recurrir a esta decisión por parte de muchos equipos de gobierno ante este último año de legislatura. Además, no se trata de una situación nueva para Gasteiz, que ya en el año en curso tiene prorrogadas las cuentas de 2017 tras no encontrar Urtaran los apoyos que le garantizaran la aprobación.

PROYECTOS EN MARCHA En cualquier caso, durante los tres años previos el regidor jetlzale ha logrado poner en marcha los principales contenidos a los que se comprometió cuando, en una tumultuosa mañana, se hizo con la makila de mando en junio de 2015. Una maniobra estratégica y política, nunca vista en la hsitoria democrática de Gasteiz, como fue la cuestión de confianza, hizo posible que Urtaran lograra la aprobación de los grandes números del ejercicio 2017. Gracias a ello obras como las de la ampliación del tranvía al sur y zona universitaria ya está en marcha, y con el horizonte de ver circulando los convoyes en el trimestre final de 2019. De la misma manera se ha concretado ya el trazado del gusano verde para llegar al barrio de Salburua y se trabaja en redactar el proyecto para que también los vecinos de Zabalgana puedan viajar en tranvía.

Otros pilares de la legislatura y obras emblemáticas están también en marcha. En Santa Bárbara ya son más que evidentes los avances de la total renovación de la zona, como primer paso del proyecto Bost Enparantza para revitalizarel tránisto y la actividad comercial del centro. También la manzana de Dato-San Prudencio tiene desde hace un par de meses las máquinas trabajando en su interior y poder abrir unos necesarios comercios. Se siguen dando pasos también en el soterramiento de la alta velocidad, que se estima pueda convertirse en anhelada realidad en el año 2023.