VITORIA - La extensión del tranvía al sur de la ciudad se adentrará en el mes de diciembre en otra nueva etapa cuando las máquinas tomen la calle Nieves Cano para acometer las implantación de los raíles sobre los que circularán los convoyes. Restan todavía para ello un par de meses, aunque vecinos de la zona y transeúntes ya padecen la presencia de máquinas y zanjas abiertas en las calles. No se trata de los operarios de la UTE encargada de abrir el camino al gusano verde, sino de unas obras que está llevando a cabo Amvisa, para cambiar la ubicación de las canalizaciones de agua que discurren por el subsuelo de Nieves Cano, en el tramo entre Domingo Martínez de Aragón y Comandante Izarduy. La ubicación de las tuberías estaba, hasta ahora, bajo la calzada en la zona más cercana al recinto universitario. El diseño que ha llevado a cabo Eusko Trenbide Sarea (ETS) contempla que sobre esa parte se sitúen las bases de hormigón y los raíles de hierro del futuro metro ligero. Ante esa planificación, le corresponde a la sociedad municipal de aguas de Gasteiz desplazar unos metros el entramado de tuberías, canalizaciones y alcantarillas, para despejar el recorrido del tranvía. Es por eso que se ha abierto una zanja longitudinal a lo largo de Nieves Cano para trasladar todas ellas hacia la zona más próxima a las viviendas.
Las tareas comenzaron el pasado mes de julio y se van a alargar hasta el tramo final del año. En la actualidad ya se ha alterado la fisonomía y diseño de esa calle en ese tramo. Se han eliminado los aparcamientos laterales y solo es posible circular en el sentido hacia Comandante Izarduy, frente al tradicional doble sentido del que disfrutaba hasta ahora Nieves Cano hasta su confluencia con Martínez de Aragón. También se ha suprimido la pequeña rotonda que dinamizaba la circulación y orientaba a los vehículos procedentes del estacionamiento junto a la facultad de Geografía e Historia.
La previsión pasa por tener finalizada esa fase de los trabajos “antes del final de 2018”, concretaron responsables de ETS a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, antes de comenzar las tareas propiamente dichas de tender la catenaria del tranvía. Si todo discurre dentro de los cálculos y previsiones diseñadas y no hay contratiempos en forma de inclemencias meteorológicas, los operarios que procedan a implantar la infraestructura del metro ligero empezarán su labor en las últimas jornadas laborales de 2018.
La calle Nieves Cano va a recibir los convoyes del gusano verde en una vía única, que va a permitir disponer de más espacio libre para peatones, vehículos y sin pegar los convoyes de manera excesiva a las edificaciones de ambos lados. Una vez que los convoyes se adentren en Domingo Martínez de Aragón, el trazado volverá a ser de doble vía en los metros finales de esta ampliación al sur de 1,4 kilómetros en total.
ONCE MESES DE OBRA EN TRIANAS Los trabajos de ampliación poco a poco se van extendiendo sobre la totalidad del trazado en diferentes fases. Están más avanzadas las labores en el principio y final del recorrido, en Domingo Martínez de Aragón y la calle Florida. Los raíles ya se encuentran anclados sobre el recorrido en ambas zonas y se trabaja en la urbanización de las dos zonas, con la previsión de tenerlo concluido también para el final del presente año.
Hay otros lugares en los que se trabaja también y que son puntos clave del recorrido. El puente de Las Trianas que cruza la vía ferroviaria ya ha visto cómo se ha llevado a cabo las primeras tareas para reorganizar el tráfico.
Además, son ya evidentes las medidas que van a suponer ampliar su anchura en cerca de 3,50 metros, en el lateral más próximo a la calle Fuente de la Salud. Con ese terreno ganado se va a posibilitar incluir la doble vía para el metro ligero, dos carriles de circulación, además de un bidegorri y aceras para los peatones, una vez que finalicen las obras.
El regreso a la rutina en Gasteiz, tras superar el parón del mes de agosto, va a suponer el periodo más complicado en este tramo del recorrido. El puente soporta un elevado tránsito diario de vehículos desde la zona sur y habrá que ver cómo absorbe esa gran tráfico la alteración de carriles que se ha preparado. Se trata, además, de una actuación de calado y prolongada en el tiempo ya que las obras sobre la plataforma del puente se van a extender a lo largo de los próximos once meses.