Araia - El Artzain Eguna de Araia volvió a mostrar durante toda la jornada festiva de ayer su capacidad de convocatoria, atrayendo a más de 5.000 personas que no quisieron perderse ni la degustación de los quesos de Idiazabal que dan fama a esta localidad, ni el mercado artesano, ni las actividades organizadas para mostrar las formas de vida rural de la comarca alavesa.

La jornada arrancó temprano, al filo de las 10.00 horas, con la apertura de los puestos, en los que se mostraban desde tallas de madera a pastelería, pasando por los utensilios de cocina elaborados con madera o los impresionantes zapatos artesanos creados con auténtico cuero. Y mientras iban llegando a Araia los visitantes, en la plazuela de la ermita se habilitaba el espacio para la celebración de la tradicional misa, presidida por la Andra Mari, ya que ayer, 15 de agosto, era su día.

Atento a que todo estuviera en su sitio para que vecinos y visitantes disfrutaran de la jornada se encontraba José Ramón Ruiz de Albulo, presidente de la Junta Administrativa de Araia. El representante destacaba lo importante que es para Araia y todo el municipio de Asparrena esta feria, que ayer celebraba su decimoquinta edición: “Teniendo en cuenta que somos un total de 1.200 habitantes y que tenemos ocho ganaderos que se dedican a la oveja, creemos que es muy importante el tanto por ciento de los vecinos que se dedican a esto”.

Y es que el queso de Idiazabal es uno de los recursos económicos más importantes de la localidad de la Llanada, aunque esa fuente de riqueza esté en manos de pequeños productores. Esa es la razón por la que el queso se trata con tanta seriedad y que el concurso exija criterios muy rigurosos para poder participar. De hecho, “la media de quesos que se admiten a concurso suelen rondar los 20/28 y este año han sido 23 los que conforman la mesa de cata siguiendo un reglamento muy estricto: No hay quesos ahumados y los que participan deben estar elaborados con la leche de las ovejas latxas del quesero, de su propio rebaño”, explicaba en este sentido el representante municipal.

Si se le pregunta si existe algún truco para diferenciar los quesos Idiazabal de Araia de los del resto de territorios, cuenta que “se habla muy bien de los pastos de Urbia y los de Legaire”. “Dicen que son buenos pastos para las ovejas, según nos cuentan los pastores de la zona”, argumentaba Ruiz de Arbulo.

Con la calidad que tienen los quesos de la zona, el consumo debe ser alto en Araia, aunque el presidente de la Junta Administrativa reconocía que “como cuando me dejan”. “Me gusta mucho el queso, aunque lo prefiero más seco, más curado. Ahora la gente lo prefiere más tierno, semicurado, pero para mi gusto lo prefiero más hecho”, admitía.

Garatzi Pérez de Albeniz estaba al frente de uno de los puestos de quesos de Idiazabal que se instalaron en la zona de la feria. Como en los otros espacios, delante de los quesos sin abrir se habían colocado unos platos para que la gente pudiera catar cada una de las variedades de Idiazabal que elaboran en el negocio familiar. “Todos los pastores de la zona estamos aquí y traemos nuestros quesos para que los prueben, ya que cada uno tiene su punto especial”, contaba mientras atendía a la gente que se acercaba a los platos.

“Nosotros tenemos el ahumado, el curado, que es el del año pasado, y el natural que es el de este”. Reconocía Pérez de Albéniz que el negocio empieza a dar para vivir, porque los productos de pastoreo “están cogiendo fuerza”, algo a lo que no es ajeno el movimiento tan potente que hay en el País Vasco en torno a los alimentos de kilómetro cero, los delicatessen o los productos ecológicos. “Cada día nos están demandando más y estamos mejorando nuestra presencia en ese tipo de tiendas”, comentaba. En cuanto a precios, estos son realmente asequibles para el producto de calidad que elaboran y comercializan, ya que el precio medio del queso de Idiazabal está entre los 17 o 18 euros el kilo.

Hasta no hace mucho tiempo, en la jornada del Artzain Eguna también tenía protagonismo el pastor vasco, un perro con “una fidelidad total a su dueño, al que no deja ni a sol ni a sombra”, contaba Patxi Ilzarbe, secretario de la asociación del perro pastor vasco, en el tenderete en el que se promociona a este perro y se informa del trabajo de investigación en torno a él que están desarrollando conjuntamente con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

Se trata de un perro que está en “peligro de extinción” y por ello se están llevando a cabo medidas para conservarlo. Su mayor riesgo ha estado en los cursos de entrenamiento que se iniciaron en Navarra con perros collis, de carácter más suave, que se empezaron a introducir en los rebajos de los otros territorios, aunque al final se ha visto que son perros para pastoreos diferentes y que el pastor vasco es más independiente a la hora de aprender.

A su lado se encontraba un miembro de la junta de la asociación, José Ramón Muñiz, propietario también de un perro pastor. “Yo vivo en un piso y este perro es una maravilla como compañía. En casa me recibe con una locura terrible, pero nunca me ha roto nada ni ha molestado a los vecinos en mi ausencia. No da ningún problema, pero estos perros necesitan mucho desfogue, porque son muy activos”, explicaba. Por este motivo, aconsejaba no solo su dedicación como pastores, sino también como animales de compañía, por lo cariñosos y leales que son.

estudio con la UPV/EHU Patxi Ilzarbe ahondaba en el estudio genético que su asociación está realizando de la mano de la UPV/EHU. “Este estudio no se ha hecho nunca, aunque hubo uno más reducido cuando se realizó la ficha del pastor vasco estándar”, especificaba. Se inició a primeros de año y se busca con él el poder saber qué hacer para conservar esa raza y preservar sus características genéticas, ya que sólo hay dos criadores en el territorio y se produce mucha consanguinidad. Por esa razón, ayer mismo tenían un servicio de recogida de muestras de sangre en el tenderete para incorporarlos al estudio general de ADN que estudia las dos variedades que hay de pastor vasco, gorbeia e iletsua.

La feria, además del mercado artesano y quesero contó con otras actividades, como la actuación de los bertsolaris y los herri kirolak y la implicación de la hostelería local, que llenó sus barras durante toda la jornada de los mejores pintxos.