GASTEIZ. El presunto yihadista detenido en Vitoria y que ha sido enviado hoy a prisión jugó "un rol protagonista" en la planificación de un atentado en España, determinó el lugar y se ofreció a ayudar con la financiación para llevarlo a cabo, si bien su plan se frustró tras el arresto de su colaborador en Marruecos.

Hechos que demuestran su "activismo en pro de la causa yihadista" y que han determinado que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz haya decidido enviarle a prisión sin fianza por un delito de terrorismo.

En su auto el juez destaca cómo el arrestado, A.M.R.R., "ejerció una labor radicalizadora y adoctrinadora" sobre una tercera persona, I.M, quien "terminó decidiéndose por emprender un ataque terrorista en suelo europeo", si bien fue finalmente detenido por las autoridades marroquíes en octubre de 2017.

Ambos, de nacionalidad marroquí, se conocieron ese mismo año en un viaje a Fnideq (Castillejos, Marruecos) y poco a poco fueron intensificando su relación "tanto en el plano virtual como en posteriores encuentros" en suelo marroquí durante el pasado septiembre.

Pedraz constata el "dominio" del detenido sobre el plan terrorista y sobre su colaborador dado que fue él mismo "quien determinó la ubicación del ataque en España" y se comprometió "a prestar el apoyo logístico y económico necesario" para la consecución del mismo.

De hecho, prometió que le proveería de "la financiación necesaria para los preparativos" del atentado, así como "del vehículo y armas blancas para su perpetración".

El arrestado, que solía residir en Algeciras, era "puntualmente informado" de cada avance del plan por su compatriota hasta que éste fue detenido por las autoridades marroquíes, lo que obligó a A.M.R.R. a adoptar fuertes medidas de seguridad.

Dejó de realizar "publicaciones radicales" en redes sociales, cambió constantemente de móvil, modificó su lugar de residencia alternando su domicilio familiar y los locales donde trabajaba y se desplazó repetidas veces a lo largo del país.

Circunstancias que, recalca el juez, supusieron "notables dificultades para la investigación llevada a cabo en cooperación con Marruecos.

Tras la detención del joven de 22 años, que trabajaba en un punto de venta de tiques de ferry, los investigadores se incautaron de material informático que aún está pendiente de analizar, según han informado a Efe fuentes de la investigación.