Aunque sus principales rivales han oficializado ya a sus candidatos a diputado general -Ramiro González como aspirante a la reelección por el PNV y Kike Fernández de Pinedo repitiendo en EH Bildu-, en el PP alavés se resisten por ahora a confirmar la candidatura de Morales a la Diputación Foral de Álava.

Tras las vacaciones el nuevo y último curso de la legislatura va a estar marcado por las elecciones. ¿Qué líneas estratégicas va a fijar el PP para Álava pensando ya en clave electoral?

-Dos muy claras. La primera, reclamar una bajada de impuestos. Ya hemos presentado una iniciativa en las Juntas Generales para trasladar una bajada de impuestos a los mileuristas, los jubilados y las familias con hijos de Álava. Para principios del próximo año queremos reabrir también el debate de la bajada de impuestos en el IRPF, para que repercuta en los alaveses con rentas medias. Además de eso, nuestro segundo eje de trabajo será la recuperación del prestigio y la buena gestión en el área de Bienestar Social.

¿Qué esperan del gobierno foral en el último año de legislatura?

-Estamos muy preocupados, porque el PNV ha vuelto a girar hacia Bildu. Lo vimos con la ponencia de autogobierno del Parlamento Vasco, donde presentaron un Plan Ibarretxe 2. También con la presencia y apoyo a las movilizaciones de Gure Esku Dago, en las que estuvo la número 2 de la Diputación, Pilar García de Salazar, diputada además de Desarrollo Económico, apoyando una concentración en la que se pedía la soberanía, siguiendo la misma hoja de ruta que en Cataluña, y en la que se chantajeó a los autónomos y hosteleros pidiéndoles dinero. Igualmente, se están poniendo de manifiesto la carencias de esta Diputación en la gestión de Bienestar Social. Van a llegar noticias muy preocupantes este último año de legislatura en ese departamento.

¿A qué se refiere exactamente?

-Está habiendo una acumulación de errores que no va a desembocar en nada bueno. El gobierno foral está demostrando su incapacidad para gestionar Bienestar Social, y este último año no van a llegar buenas noticias. Se ha producido un rosario de dimisiones, las listas de espera han crecido y van a seguir creciendo este último año. También el fiasco del traslado a las oficinas del IFBS, que va a continuar con errores, o el hecho de que esta legislatura va a pasar en blanco en cuanto a creación de plazas. Ahora con el pacto con el PP ha habido un impulso para hacer dos residencias y crear nuevas plazas, pero eso había que haberlo hecho desde el minuto uno de legislatura. Lo que ocurre es que estaban con las prioridades de Bildu y no lo quisieron hacer.

Hace unos días se ha presentado el proyecto para la nueva residencia de Lakua.

-Nos parece positivo porque hay que crear plazas y seguir avanzando, de forma sostenible, en esta cuestión, porque a medio y largo plazo tenemos un envejecimiento claro de la población que hay que abordar. El de esta nueva residencia es un modelo justo y sostenible que hemos apoyado, aunque llegue tarde.

¿Volverían a pactar los Presupuestos con el PNV en la Diputación después de su apoyo en Madrid a la moción de censura?

-Sí, volveríamos a hacerlo porque ha sido muy positivo para los alaveses. La tarifa plana de la AP-1 es una muy buena noticia para los trabajadores de nuestro territorio que tienen que ir a Gipuzkoa todos los días. Los programas de respiro para las familias con niños con discapacidad, las ayudas para los autónomos de la zona rural, las ayudas para la despoblación en los pueblos... Son políticas que no se habían hecho nunca en Álava. Nosotros hemos antepuesto los intereses de Álava y sus ciudadanos a los del partido, y eso ha sido positivo. Realmente el momento de nuestro pacto con el PNV ha sido uno de los pocos lapsus de tiempo en los que han mantenido cierto sentido común.

¿Cabe entonces la posibilidad de reeditar el pacto después del verano o los puentes se han roto definitivamente?

-El PNV ha sido quien ha roto esos puentes, girando hacia la radicalidad en cuanto han podido. En sus negociaciones con Pedro Sánchez lo único que les preocupa son los presos. Que dejen la bandera de los presos y vayan a La Moncloa con la bandera de Álava.

Los acuerdos logrados en Madrid entre PNV y PP, como la recuperación del H24 en Foronda, se van a mantener con los socialistas en el gobierno.

-Pero no sabemos qué va a pasar con la conexión ferroviaria con Pamplona, sin ir más lejos. De la Serna dejó bien claro antes de irse que su apuesta era que la línea con Pamplona fuera por Álava, porque era la solución más sensata y viable. No sabemos qué va a pasar ahora que el futuro de Álava está en juego. Con Foronda, el H24 es un tema que ya estaba siendo muy trabajado por el gobierno del PP. Cuando el presidente de Aena vino a Vitoria explicó que se estaba negociando por el H24, pero ahora el H24 no llega. ¿Por qué? Porque la prioridad del PNV es instalarse en políticas más radicales, igual porque creen que les dan más votos.

¿Qué expectativas tiene el PP alavés de cara a las elecciones de mayo?

-En las Juntas siempre hemos mantenido un liderazgo muy claro, siendo el partido más votado, y es muy posible que lo podamos reeditar, porque los alaveses se han llevado un chasco con el gobierno actual y su mala gestión de los intereses de nuestro territorio, al no dar la cara por Álava delante del Gobierno Vasco. Han sido cobardes y eso les va a pasar factura.

Sus dos grandes rivales, PNV y EH Bildu, han oficializado a Ramiro González y Kike Fernández de Pinedo como candidatos a diputado general. ¿Será usted la candidata del PP a la Diputación?

-No sabemos nada todavía. Ni para la Diputación ni para el Ayuntamiento de Vitoria hay una candidatura oficial. La planificación en ese sentido la ha decidido Alfonso Alonso y nosotros la hemos respetado. Se decidirá tras el verano, en otoño.

Pero lo normal es que sea usted la candidata, ¿no?

-No lo sé. A mí me gustaría, pero aquí hay un equipo y en Álava no somos de personalismos. Yo voy a seguir trabajando por Álava exactamente igual, aunque no esté en primera línea. Me gustaría ser la candidata, pero no sé quién lo será finalmente. Hay que esperar a que se pronuncie el partido y cuando se anuncie lo respetaré.

Finalmente las elecciones se desarrollarán en los mismos términos que las pasadas, tras no salir adelante las propuestas de reforma de la Ley Electoral.

-Al PNV le va a pasar factura querer quitar voz a los vitorianos. Lo han querido hacer porque no les gusta lo que los vitorianos votan. Si en Vitoria les votaran en masa no plantearían esa reforma electoral, lo que pasa es que saben que la gestión de Urtaran les va afectar en Vitoria. Además, por nuestra parte nunca permitiremos un enfrentamiento con la zona rural alavesa.