Vitoria - Las elecciones forales que tendrán lugar a finales de mayo de 2019 se celebrarán sin cambios en la Ley Electoral ni modificación alguna en la representación actual de las cuadrillas respecto a Vitoria en las Juntas Generales.

Como estaba previsto, ni la moción presentada ayer en la Cámara foral por el PNV ni las seis enmiendas de sustitución planteadas por las otras tantas formaciones representadas -PP, PSE, EH Bildu, Podemos, Irabazi y Orain Araba- salieron finalmente adelante, y tampoco sirvió el debate para auspiciar una futura entente cordiale que siente las bases para acometer los cambios de cara a las lejanas elecciones de forales 2023, pues los jeltzales no consiguieron el apoyo de EH Bildu, Podemos y Orain Araba para firmar un acuerdo transaccional que incluyera reactivar el debate sobre la Ley Electoral a comienzos de la próxima legislatura y poner en marcha la reforma para las citadas elecciones de 2023.

“Podemos ni nos ha respondido”, aseguró ayer durante el debate Izaskun Moyua, portavoz del grupo juntero del PNV. El debate dejó pocas sorpresas, más allá de la beligerancia con la que la portavoz del PSE, Eva Jiménez, se despachó contra su socios de gobierno, acusándoles de “tramposos” al llevar su propuesta a la Cámara, algo que sorprendió a los jeltzales y que también despertó la ironía del portavoz de EH Bildu, que subió al estrado justo después de su homóloga socialista.

A partir de ahí, cada formación insistió en su postura ante la posibilidad de reformar la Ley Electoral de cara a los comicios forales, que con diferentes variaciones -las propuestas presentadas en las cuadrillas por PNV y EH Bildu difieren en algunos términos- supondría en esencia otorgar una mayor representatividad en las Juntas a los votos sumados en los pueblos de Álava en detrimento de los de Vitoria, acabando con las circunscripciones electorales nacidas en 1987 -Vitoria, Ayala y Tierras Esparsas, que agrupa a 45 ayuntamientos-.

A día de hoy sólo el PNV aprueba el cambio, pues EH Bildu avala la modificación, pero considera que ahora, a menos de un año de las elecciones, “no es el momento de abordar el debate; hay que hacerlo sin prisas y dejando al margen intereses partidistas”, valoró Fernández de Pinedo. PP y PSE dejaron bien claro ayer que no lo apoyarán nunca; Podemos jugó a dos bandas pidiendo que de cara al futuro la posibilidad se estudie y analice, pero sin mostrarse claramente a favor o en contra -“esto requiere el mayor consenso posible, y eso ahora mismo no existe”, subrayó Arantxa Abecia-; Irabazi y el juntero del Grupo Independiente lo rechazan -los primeros abogan por una circunscripción única- y Orain Araba, los cuatro junteros expulsados de Podemos, estarían dispuestos a dar su apoyo a la iniciativa aunque proponen que se plantee también incluir listas abiertas.

En definitiva, PNV, EH Bildu y Orain Araba, los tres más cercanos en sus posturas, tendrían ahora mismo una mayoría suficiente para sacar adelante una moción e instar con ella al Parlamento Vasco a realizar la reforma -donde la mayoría de jeltzales y abertzales sería más que suficiente-, pero ayer no hubo finalmente posibilidad de acuerdo alguno y la posibilidad de reformar la Ley Electoral tendrá que esperar, “Trabajaremos para hacerlo la próxima legislatura”, avanzó la portavoz del PNV.

Tras el debate, Eduardo Fernández de Pinedo, el presidente de una de las cuadrillas que han reclamado cambios en la Ley Electoral, la de Añana, lamentó la ocasión perdida. “Yo vivo en un pueblo y quiero que la zona rural tenga más peso en la Cámara territorial. A mí que no me vengan con partidismos y pucherazos, estoy harto de ese pobre argumento. No existe en nuestro entorno ninguna otra cámara de representación territorial en la que no se tenga en cuenta a los territorios menos poblados”, destacó en redes sociales.

cambio. El PNV buscó sin éxito un acuerdo para activar la reforma electoral en 2023, que no prosperó.