Vitoria - El verano empezó ayer de la peor de las maneras en las inmediaciones de un área de servicio, cerca de Egino, en el término municipal de Asparrena (Álava). Lo que debía de ser un día tranquilo se convirtió en tragedia cuando, a las tres y veinte de la tarde, en las inmediaciones de la gasolinera Cepsa, a los pies de la A-1 fue hallado un cuerpo sin vida y con signos de violencia de una mujer . Lo descubrieron, en concreto, agentes de la Ertzaintza, a raíz de una euroorden que había emitido la policía alemana, indicando que en el importante nudo de comunicaciones de la A-1, podrían haber arrojado el cuerpo sin vida de una mujer, tal y como detallan fuentes del Departamento vasco de Seguridad a este diario. Por esta razón, ante la sospecha de que un suceso de estas características podría haberse dado en las demarcaciones del Departamento vasco de Seguridad, los agentes se pusieron en marcha, confirmando poco después este macabro hallazgo, entre la zona de árboles y matorrales cercana a esta estación de servicio que, en concreto, según avanzaban fuentes del Departamento vasco de Seguridad, correspondería -a falta de la confirmación oficial de la autopsia- al de una mujer alemana a la que su familia buscaba desde el viernes 15, día en el que habían presentado una denuncia.

La pista de la fallecida se perdió haciendo autostop en otra área de servicio, en esta ocasión la de la ciudad teutona de Schkeuditz, cuando, al parecer, pretendía llegar a Amberg, ciudad natal de la joven y que se ubica a unos 260 kilómetros. Al ser esa la última vez que se la vio con vida, las investigaciones de los agentes alemanes apuntaban a que el posible sospechoso podría ser un camionero que conducía un semirremolque. Y un hombre sospechoso de poder haber estar relacionado con los hechos ha sido detenido, según algunos medios en Jaén. Según algunas informaciones, el detenido habría sido quien supuestamente precisó el lugar en el que estaba el cuerpo. Alertada la Ertzaintza, peinó varios puntos antes de encontrarlo ayer por la tarde.

Tras el hallazgo, una comisión judicial, formada por miembros del Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria, forenses, ertzainas y policías nacionales se desplazaron hasta el lugar en busca de pruebas para precisar con la mayor exactitud posible cómo sucedió este crimen.

En torno a las 19.00 horas se llevó a cabo el levantamiento del cadáver para ser trasladado al Servicio de Patología Forense de Vitoria para proceder a realizar la autopsia.

Aitor, que paró a repostar en la gasolinera, se mostró sorprendido por la presencia policial y declaró a que “esta zona suele ser muy tranquila. No sabía que había pasado nada”, reconoció ante el revuelo de coches de la Ertzaintza presentes en esta estación de servicio de Álava.

El juez encargado del caso ha decretado el secreto de sumario.