vitoria - La puerta de entrada a Gasteiz a través de la estación de Renfe no es a día de hoy precisamente la más agraciada desde el punto de vista estético, sobre todo cuando las personas que visitan la ciudad toman la salida hacia la calle Dato y optan por girar a su derecha. La zona, de hecho, ha acumulado en los últimos años numerosas quejas y críticas vecinales por la suciedad, la falta de mantenimiento y de actividad y la habitual presencia de jóvenes haciendo botellón, sólo por citar algunos problemas recurrentes. Sin embargo, este entorno en el que se levanta el puente bajo el que muere la calle Fueros va a experimentar en los próximos meses una colorida transformación gracias al impulso del grupo municipal de Podemos -primero- y del equipo de gobierno después. En concreto, el edificio que alberga el servicio municipal de Infancia y Familia, que en la actualidad presenta un aspecto externo francamente desmejorado, albergará tras el verano un nuevo mural participativo que destacará por ser el primero sonoro que habrá en la ciudad... Y también en el entorno. Bautizado como Bienvenida: Ongi Etorria, su título ya sugiere la principal intención del mural, la de dar un cálido saludo a quienes lleguen a la ciudad por este punto o a quienes atraviesen esta zona.
La obra, coordinada por la artista local Irantzu Lekue, será la segunda de las tres que verán la luz en la capital alavesa a lo largo de este 2018, junto a la que decorará la fachada del colegio Ramón Bajo y la que se pintará más adelante en Ariznabarra, ambas coordinadas por Werckmesiter S.L. Esta última será presentado en público “seguramente” la semana que viene, según avanzó ayer la responsable municipal de Participación, la socialista Isabel Martínez, acompañada por la propia Lekue e integrantes del mosaico de colectivos que están tomando parte en la elaboración del mural que se pintará junto a la estación.
“Buscamos crear un patrimonio cultural contemporáneo y humanizado, embelleciendo además el paisaje urbano que ya existe, utilizando un proceso de diseño y ejecución de los murales participativo, para promover la cohesión social, la expresión artística colectiva y el voluntariado cívico. Generando también, cómo no, un foco turístico importante, reconocido y reconocible en el exterior”, defendió Martínez.
Lekue está contando para llevar a cabo este proyecto con un equipo formado por profesionales de diferentes campos como Cristina Bereciartua -Poetas en mayo o Xuxurlatuz-, Angel Otxoa de Eribe -músico y guitarra de Gatillazo, entre otros-, Alain Larreina -dibujante en escaparates- o el comunicador Iñaki Landa, además de con integrantes de colectivos como la Comisión Antisida de Álava, Arnasa Araba, IRSE, Kultur ACT o de distintos coros de la ciudad. Todos ellos se han implicado o se implicarán de una manera u otra en la construcción de esta obra participativa cuya temática girará en torno a la música, una expresión artística sin la que no podría entenderse esta ciudad.
desde noviembre El equipo comenzó sus trabajos en noviembre con la colaboración del fundador de Arabatxo e integrante y director del coro Araba abesbatza -entre otros-, Ángel Alday, así como con Josune Barandiaran, del coro Olabide, y Carmen Martínez Guerra, que lleva la gestión de Arabatxo. Todos ellos realizarán una selección de temas populares y contemporáneos ligados al territorio que, posteriormente, cada coro o grupo interpretará e incorporará al mural. La música llegará después a la pared mediante un sistema que todavía está trabajando en definirse. “Hemos estado barajando diferentes posibilidades, pero actualmente estamos trabajando en un sistema que vaya a través de las vibraciones”, avanzó Lekue. Los relieves que sobresaldrán en la parte baja del mural narrarán además de forma esquematizada los contenidos que destaquen en la globalidad de la obra pictórica, de forma que el mural será accesible para todas las personas y podrá ser observado, escuchado y tocado.
El equipo que está trabajando en el diseño del mural va a seguir trabajando de aquí al mes de julio mano a mano con los coros y las diferentes asociaciones y, previsiblemente, comenzará a trabajar sobre la pared a partir del próximo septiembre. Si todo va bien, la obra será una realidad sólo un mes después, en octubre. En su elaboración tomarán parte personas vinculadas a los colectivos citados y personas voluntarias. El proyecto contará además con un punto fijo de información y recogida de aportaciones en ARTgia sorgune & aretoa , además de una plaza pública en Internet que se presentará próximamente. Más adelante, y en función del andamiaje que utilice el equipo, se conocerá su ubicación exacta en la pared, aunque la intención de Lekue es que el mural abarque “lo máximo posible” del edificio.
La responsable de Participación puso en valor el nuevo proyecto de paisaje muralístico.
La coordinadora dio alguna pista sobre el componente sonoro.