- El Valle Salado forma ya parte del listado de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). El diputado general de Álava, Ramiro González, recibió ayer en Roma el reconocimiento de manos del presidente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jose Graziano Da Silva, convirtiendo así al enclave alavés en una referencia SIPAM.
“Basta con ver todos los países que hoy están aquí representados para darse cuenta de la tremenda importancia que tiene este reconocimiento”, indicó el máximo mandatario foral, quien recordó que “tenemos un patrimonio impresionante en el Valle Salado y a partir de ahora en todo el mundo se va a conocer. La FAO coloca al Valle Salado en el mapa mundial de los tesoros naturales, lo que estoy seguro redundará en un mayor desarrollo del valle y de toda la comarca”.
La entrega tuvo lugar durante el Foro Internacional de SIPAM que reunió a miembros de varios gobiernos, a representantes de las comunidades SIPAM, a delegados de países, a expertos internacionales y a oficiales técnicos de la FAO y de organizaciones internacionales relevantes. A lo largo de todo el día debatieron e intercambiaron experiencias y lecciones aprendidas a través de la implementación del SIPAM y de planes de acción para conservación dinámica así como las perspectivas futuras del programa.
El diputado general estuvo acompañado por el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco; por el gerente del Valle Salado, Andoni Erkiaga; y por representantes del Ayuntamiento de Salinas de Añana y de los salineros. Aparte, la delegación del Estado presente en la cita de la capital italiana estuvo encabezada por el subsecretario del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad.
En ese ambiente, Erkiaga a lo largo de la jornada llevó a cabo una breve presentación del sistema agrícola alavés, acompañado por un vídeo en el que se resumía el extenso dossier que hace un año sirvió para lanzar la candidatura. “Queremos ser didácticos, pero también demostrarles que merece la pena acercarse hasta allí y visitarlo”, añadió González.
Y es que desde que el 23 de noviembre de 2017 el comité científico diera el visto bueno al informe del profesor Mauro Agnoletti, evaluador de la FAO, que visitó el enclave alavés unos días antes, las visitas de los miembros del organismo internacional han sido constantes, incluido el ex ministro de Agricultura japonés, que también quedó encandilado por el paraje único. “Las palabras que todos ellos nos han brindado desde entonces nos animan a seguir trabajando en la recuperación del valle y también nos anima a seguir dándolo a conocer en el mundo”.
Un largo periplo En mayo de 2013 la Fundación Valle Salado fue invitada por la FAO a presentar el proyecto de recuperación de las salinas dentro del IV Foro Internacional de Sistemas Importantes de Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) celebrado Japón. En aquella ocasión se presentó ante representantes de todo el mundo “un proyecto que fue considerado un paisaje único porque combina producción sostenible en un sistema vivo, en evolución, y en estrecha relación con el territorio y con sus ciudadanos”.
Con este reconocimiento de la FAO se rubrica así un trabajo que la Fundación Valle Salado inició en 2016 con la elaboración de una candidatura que ha pasado por diversas fases como formación de técnicos forales en China para la correcta formulación del informe que sustentaba la candidatura y la presentación del documento a los representantes de la FAO.
Sea como fuere, lo cierto es que el Valle Salado suma ahora el galardón de la FAO a los reconocimientos que en 2015 obtuvo de la Unión Europea, en concreto el Premio de Patrimonio Cultural / Premio Europa Nostra y el Gran Premio del Jurado. La candidatura a la distinción de la FAO se presentó en julio del año pasado en el 40º período de sesiones de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. “El Valle Salado por su historia, por su singularidad paisajística y arquitectónica, y por la forma en la que los salineros han conseguido mantener vivo hasta nuestros días un sistema natural y tradicional de producción de sal merece el reconocimiento como Patrimonio Agrícola Mundial”, subrayó nada más conocerse la información el delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, quien destacó que su inclusión como SIPAM “es un reconocimiento internacional que enorgullece y beneficia al País Vasco en ámbitos muy diversos”.
Tres lugares en Europa. La entrega de la distinción al Valle Salado tuvo lugar durante el encuentro internacional de la FAO en Roma, en el que también fue galardonado otro paisaje español: la producción de uva para moscatel en la Axarquía (Málaga). Ambos lugares se convierten, junto con el sistema agrosilvo pastoril de Barroso, en Portugal, en los tres únicos paisajes de Europa incluidos entre los 47 bienes de todo el mundo considerados Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial.