amurrio - La población de Amurrio comienza a impacientarse con el retraso que está experimentando el inicio de las obras que mejorarán la seguridad y accesibilidad de la estación central de tren del municipio. No en vano, aunque los trabajos se adjudicaron en octubre del año pasado y, pese a que su inicio estaba previsto para el mes de enero, ni la maquinaria ni el personal de la empresa adjudicataria se han dejado ver aún por la zona.
“Es desesperante coger el tren y ver cómo muchas estaciones de la misma línea (la C3 Orduña-Bilbao) ya han sido reformadas y adaptadas a las normativas de accesibilidad o que, como ocurre con nuestras vecinas de Orduña y Areta en Llodio, se están abordando las obras, y que la nuestra siga sin hacerse. Nos estamos quedando muy atrás”, lamenta la alcaldesa, Josune Irabien que, desde su cargo, poco puede hacer al respecto, a parte de llamar de forma recurrente al administrador de infraestructuras ferroviarias, Adif, pidiendo algo más de información al respecto debido a esta demora.
De hecho, es así como se han enterado -“de manera informal”, subraya- que hay un desencuentro con la empresa que ganó la licitación. “Al parecer, las discrepancias están relacionadas con detalles de la obra, que provocarían un aumento de su coste económico, y les hemos pedido que si hay cambios nos los comuniquen, aunque a día de hoy no tenemos más noticias al respecto”, asegura la regidora de esta localidad alavesa, quien espera que las partes alcancen un acuerdo.
De lo contrario, Irabien afirma que “hay un serio riesgo de tener que volver a licitar la obra, con el retraso añadido que supondría”.
La partida reservada por Adif para esta obra ascendía, inicialmente, a 1,7 millones de euros y un plazo de ejecución estimado de doce meses. Sin embargo, la empresa adjudicataria del contrato, la gallega Extraco Construcciones e Proxectos, limitó la intervención de doce a once meses y la cifró en 1.070.723 euros, con lo que se produjo una bajada muy importante del precio.
Paso subterráneo En concreto, el proyecto contempla la construcción de un paso subterráneo, la instalación de ascensores entre andenes y su integración en las instalaciones actuales de la estación, así como la adecuación y acondicionamiento de accesos y cerramientos.
También está previsto prolongar los andenes y elevar su altura para facilitar el acceso a los trenes, reponiendo el borde y el pavimento.
Asimismo, se eliminarán los actuales pasos a nivel entre andenes y se instalarán marquesinas para refugio de viajeros, además de nueva iluminación.
Cabe recordar que la línea de cercanías C3 (Orduña-Bilbao) en la que se engloba esta parada tiene 150 años y algunas de sus estaciones son de los años 30, por lo que las instalaciones en general se han ido degradando con el paso de los años y cumplen poco o más bien nada con las modernas normativas de accesibilidad.
En este sentido, Adif esta abordando poco a poco las mejoras de modernización y accesibilidad en todas y cada una de las estaciones que los viajeros llevan reclamando hace tiempo. En este sentido, hay que señalar que en noviembre de 2016 se comprometió a mejorar la seguridad de las terminales de Amurrio, Areta y Orduña para licitarlas a lo largo de 2017. En el caso de esta última localidad el procedimiento entonces estaba más avanzado, al disponer del proyecto, por lo que sólo quedaba consignar la partida presupuestaria. Ahora sólo hace falta que las máquinas también entren en la de Amurrio.
El retraso. Los trabajos para reformar la estación ferroviaria de Amurrio en materia de seguridad y accesibilidad se adjudicaron en octubre del año pasado y, pese a que su inicio estaba previsto para el mes de enero, ni la maquinaria ni el personal de la empresa adjudicataria se han dejado ver aún por la zona.
La obra. La empresa adjudicataria es Extraco Construcciones e Proxectos, que cifró la obra en 1.070.723 euros, lo que supuso una rebaja del precio inicial.