condado de trebiño - El enclave de Trebiño se despereza lentamente tras la firma de los siete convenios entre las Diputaciones de Álava y de Burgos con los que ambas instituciones tratarán de mejorar la calidad de vida de los vecinos. El camino, sin embargo, será largo porque falta mucha información, práctica y desinteresada, por la que entrar en esta etapa de colaboración en la que todos ponen a los vecinos en el centro de la atención. Ese estado de recelo aún se aprecia en las calles de los pueblos del enclave. Algunos no quieren hablar públicamente de lo que opinan sobre Trebiño y los servicios que se prestaban. Los demás, la mayoría, miran con cierta esperanza que dos instituciones que “se daban la espalda hasta ahora”, como recordaba el Diputado General, Ramiro González, el pasado martes en Burgos, se den la mano para mejorar la calidad de vida de los trebiñeses con independencia del posicionamiento político sobre la integración o no del enclave en el País Vasco. En un taller del automóvil en Armentia, Enrique Navaridas Salazar, se muestra esperanzado con la firma de los convenios, aunque también matiza que lleva “siete años viviendo en Trebiño y no puedo tener queja”. Quizás, la única, los desplazamientos, ya que “para temas de mayor calado, sí que tenemos que ir a Burgos”, pero reconoce que el enclave cuenta con “servicio de taxi, servicio médico, tienda, bares. Para algunos temas tenemos que ir a Vitoria, pero tenemos autobús hasta Bernedo y desde allí se hace todo Trebiño hasta Vitoria. Yo estoy contento”, apostilla en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA
En Trebiño, Enrique Sánchez, reconoce que “a unos les viene mejor que a otros. Pero si se han hecho es porque hay demanda”. Al igual que otras personas, una de sus preocupaciones está relacionada con las emergencias: “Ha habido desajustes con urgencias y han pasado cosas irregulares”, refiriéndose a retrasos de los servicios de emergencias o la indefinición de quien debe atender un suceso. También en Trebiño, Marisol López Busteo, que además es presidenta de la Asociación Villa de Trebiño El Cerro, reconoce que el nivel de servicios es “bueno”. Sin embargo, matiza que “hay gente que se queja pero muchos de ellos no están empadronados en Condado de Trebiño”, desliza en su reflexión.
BUENOS PARA TREBIÑO Sobre los convenios entre Álava y Burgos afirma con contundencia que “son buenos para Trebiño. Da igual que pertenezcamos a un sitio o a otro. La verdad es que la vida la hacemos en Vitoria por cuestión de cercanía, aunque muchas personas prefieren ir a Miranda. Pero es bueno que se mejoren los servicios y sepamos adonde dirigirnos. Todo lo que sea como los convenios, bienvenido sea”, exclama con rotundidad en su intervención
En Añastro, en la puerta de otro taller mecánico, un grupo de vecinos prefieren no hablar sobre el tema “porque luego la gente pone cara a lo que se ha dicho”. Sin embargo, uno de ellos, Javier Saracibar, explicaba que hace tiempo “hubo problemas con una mujer que ya falleció, pero parece que ahora ya no hay problemas. Ahora mismo quien tenga un problema va a Vitoria y le atienden”. Saracibar reconocía que había leído que se había llegado a acuerdos de colaboración. Por eso afirmaba que “todo lo que sea para ir a mejor, allá cuidados. Si hay acuerdo entre las dos partes, estupendo”. En La Puebla de Arganzón, en el bar de La Plaza, Isen Nicolás, comentaba que “para temas de sanidad te mandan a Vitoria y para las cosas burocráticas a Miranda de Ebro o a Burgos”. Para otras cuestiones, como ahora se ha firmado en los convenios, “para temas de discapacidad, la asistenta social te envía a Vitoria”. Un tema de interés para ella, los campamentos y actividades juveniles, incluido en los nuevos convenios, lo veía positivo para su hija, “ya que hasta ahora no se podía beneficiar al estar empadronada aquí, aunque estudie en Vitoria”. Hasta ahora, si estás empadronada aquí tienes que resolver las cosas en Burgos”. Otro vecino de La Puebla de Arganzón, Juan José Salazar, afirma que “hasta ahora había lagunas de Burgos, por parte de Álava, no”, refiriéndose a los servicios del enclave. Comentaba que todo el tema de carreteras lo resolvía Álava, pero en cuestiones como los centros de día “había problemas”, lo mismo que con las ambulancias “que no se sabía si era de aquí o era de allá”.