VITORIA - La conmemoración por el bicentenario del fallecimiento del arquitecto Justo Antonio de Olaguíbel tendrá su primer acto de reconocimiento mañana viernes, a las 10.00 de la mañana, con el descubrimiento de una placa de homenaje a la entrada de la Plaza Nueva, su más insigne obra que dejó como herencia para la ciudad. En el tramo que la conecta con la de la Virgen Blanca se va a instalar ese punto de recuerdo permanente para el ilustre vitoriano que impulsó el crecimiento y expansión de la primitiva Vitoria fuera de la muralla.

Ese acto institucional será el banderazo a una serie de homenajes, coincidiendo con la efeméride, que tiene lugar el sábado, de los 200 años de su fallecimiento. En esa jornada de sábado se va a realizar también un acto matinal en la balconada de la iglesia de San Miguel y al comienzo de otra de sus más destacadas construcciones, como son los célebres Arquillos.

Olaguíbel fue el encargado de diseñar y plasmar sobre el terreno el crecimiento de la ciudad desde la antigua colina, con unas ingeniosas y revolucionarias soluciones arquitectónicas como fueron la construcción de los Arquillos, para salvar el desnivel hacia una zona más llana, y la posterior construcción de la gran plaza neoclásica. Justo Antonio de Olaguíbel fue uno de los arquitectos más destacados de la Ilustración y acometió, en 1781 el encargo recibido por el alcalde de la ciudad, el marqués de la Alameda. - Jose L. del Campo