amurrio - Aketza Merino tiene 31 años y es doctor en Historia. Vive en Amurrio y, como tantos otros jóvenes sobradamente preparados, se encuentra sin trabajo. Sin embargo, él no se ha resignado a permanecer de brazos cruzados y aprovecha su tiempo libre para seguir investigando, no ya sólo para enriquecer su currículum e intentar abrirse un hueco en el difícil mundo laboral, sino también para divulgar sus hallazgos y conocimientos al público en general.
Y es que, Merino es consciente de que muchas veces los libros de Historia emplean un lenguaje demasiado técnico y que, al menos en lo que al periodo que él más domina se refiere, el del siglo XIX, si bien es cierto que ha dado lugar a una gran producción bibliográfica, sigue siendo “bastante desconocido” más allá del ámbito académico. Eso sumado a la escasez de investigaciones que exploran las repercusiones del carlismo y sus guerras a escala local.
Así es cómo surge 15 años. Las guerras del siglo XIX en el Alto Nervión. Un libro de 258 páginas, autoeditado -“porque, por desgracia, no se financia ni apoya la investigación ni en éste ni en otros ámbitos”, lamenta- en el que intenta arrojar algo de luz sobre el periodo histórico que va de 1795 a 1876. Es decir, la Guerra de Independencia (1808-1814), la primera Guerra Carlista (1833-1839) y la segunda (1872-1876), además de otros acontecimientos históricos de menor alcance como la Guerra de la Convención, el Trienio Liberal o la insurrección carlista de 1855, que tuvieron su influencia y reflejo en el Alto Nervión.
“Sumados hacen 15 años de guerra y de ahí el título. Se alterna una visión histórica global con los acontecimientos particulares que ocurrieron en esta comarca. A pesar de que fueron conflictos largos, sangrientos (a nivel de Euskadi, incluso con más víctimas que en la Guerra Civil), muy gravosos económicamente y con importantes y duraderas consecuencias políticas, no se ha escrito mucho sobre los detalles más concretos, aquellos factores que afectaron al pueblo y a la gente de a pie”, explica Merino. Y subraya que “este libro no es el resultado de una exhaustiva investigación histórica, ya que aún queda mucho por contar e investigar, muchas historias por descubrir y mucho trabajo de archivo por hacer”.
De hecho, la mayor parte de la información sobre la que se construye este relato ha sido obtenida a partir de fuentes periodísticas; es decir, de la prensa de la época y, por tanto, “interesada según bando”, recalca. Es, por tanto, una narración de los avatares de estas guerras en la comarca del Valle de Ayala y el Alto Nervión, con especial atención a las penalidades que sufrió la población, así como un intento por explicar fenómenos como el carlismo, el ascenso del liberalismo o las guerrillas antifrancesas. También la naturaleza y alcance de los cambios políticos, sociales y culturales que se produjeron en un momento clave para el devenir de la historia.
“En esta comarca hubo algunas batallas, pero sobre todo es importante porque fue zona de retaguardia para los carlistas. El propio Carlos V residió aquí varios meses, a finales de 1837 y principios de 1838. Miles y miles de soldados, tanto vasconavarros como castellanos y de otros lugares provocaron un gran perjuicio a la población porque se alimentaban a base de los recursos que tenían los caseros y, cuando no, les exigían dinero, pertrechos, camas y material. Algo que supuso un empobrecimiento muy grande para la gente y para las arcas públicas, no solo bajas personales, relata. “Es muy posible que durmieran en el palacio Urrutia de Amurrio porque las crónicas hablan de la plaza, y en aquel entonces se situaba allí; aunque seguro es que uno de los edificios que sigue en pie de aquella época es la Casa de Cultura. También la Aduana de Orduña fue cuartel”.
Asimismo, fue una época que marcó un antes y un después en política, pues fue un encuentro y choque continuo entre lo viejo y lo nuevo, entre dos maneras de situarse en el mundo, dos actitudes ante el cambio inherente al despliegue de la modernidad; el conflicto entre los partidarios de la tradición (carlistas) y los que apuestan por el cambio (liberales). “A nivel global, es el tiempo en el que se formaron las identidades nacionales, incluida la española y la gestación de lo que llevará después al nacionalismo vasco.
La obra. Quienes quieran leer este libro de historia, no novela, aunque escrito de forma amena, lo tienen en librerías de Amurrio y Orduña y, en breve, estará en las de Llodio. “Solo he editado 150 ejemplares, dice el también autor de ‘500 apellidos vascos’, que versa sobre onomástica de la Cuadrilla de Ayala en el siglo XVI. No son sus únicos trabajos, ya que colabora con escritos en la revista etnográfica ‘Aztarna’ de Amurrio y es muy prolífico en las redes sociales. “En mi blog siempre estoy disponible”, dice.