Fuera del agua, bajo un árbol, en una zona boscosa ya rastreada con anterioridad en las proximidades de Elosu, un espacio lleno de zarzas y de difícil acceso, conocido como la Chopera, cerca de la caseta donde semanas atrás se encontraron varias de sus pertenencias. El cuerpo de Jon Bárcena, el joven vizcaíno de Berriz desaparecido el pasado 30 de diciembre en el monte Gorbea, fue localizado ayer, sin aparentes signos de violencia en las inmediaciones del pantano alavés de Urrunaga, próximo a la localidad de Legutiano.

El hallazgo se produjo sobre las 9.00 horas. Fue un miembro de la Cruz Roja que formaba parte de la batida de voluntarios organizada, precisamente ayer por la familia del joven, quien lo encontró. Rápidamente este grupo de voluntarios integrado por unas cien personas avisó al grupo de buzos de la Ertzaintza que también ayer rastreaba la zona, justo cuando estaban a punto de entrar al embalse. A partir de ese momento se inició el operativo judicial que se pone en marcha en estos casos para identificar el cuerpo.

No obstante, antes incluso de proceder a la identificación del cadáver, un familiar de Jon Bárcena ya reconoció su cuerpo, según indicó la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia. A pesar de ello, la consejera precisó que para la confirmación oficial hay que esperar, como es lógico, los resultados de la investigación forense.

Hasta el lugar del hallazgo se trasladaron especialistas de la Policía científica, así como la comitiva forense. Sobre las 14.30 horas, el juez decretó el levantamiento del cadáver y, poco después, el furgón con el cuerpo del joven, que el pasado martes hubiera cumplido 20 años, fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Vitoria.

Horas después, el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco confirmó que el cuerpo de Jon Bárcena “no presenta signos de violencia, según los primeros indicios” y que será la autopsia la que esclarezca la o las causas de la muerte del joven de Berriz. La Ertzaintza mantiene abierta la investigación y permanece a la espera de los análisis forenses definitivos para esclarecer el conjunto de circunstancias ligadas a este caso.

Por su parte, la consejera de Seguridad recordó que la zona en la que ayer apareció el cuerpo de Jon Bárcena ya había sido rastreada con anterioridad y emplazó a esperar los resultados de las investigaciones policiales para aclarar las circunstancias que rodean este caso. Beltrán de Heredia transmitió su solidaridad con el dolor de la familia y de los allegados del montañero y agradeció también la colaboración y ayuda de la ciudadanía para intentar localizar al joven.

También un amigo de la familia que participaba en la búsqueda aseguró que muchos de los que estaban ayer buscándole han pasado anteriormente bastantes veces muy cerca de donde, finalmente, fue hallado el cuerpo. Explicó que la zona donde se encontró está a unos 150 metros de la caseta en la que a principios de enero se localizaron algunas de sus pertenencias, pero fuera del camino y en un lugar de difícil acceso.

Detalló igualmente que el cuerpo fue localizado en un pinar alejado del agua, en una zona cerrada, con zarzas. “Nadie quería que esto acabara así, siempre había una pequeña esperanza de que no estuviera muerto”, relató, al tiempo que calificó de “tortura” lo vivido por la familia durante este tiempo de incertidumbre. “Ahora, sólo queda esperar el resultado de la autopsia, apoyar a la familia y darle a Jon el adiós que se merece”.

intensa búsqueda Cabe recordar que Jon Bárcena se separó el sábado 30 de diciembre de sus amigos cuando ascendían al monte Gorbea al sentirse indispuesto y se dio la vuelta mientras sus compañeros continuaron la marcha. Al regresar estos al punto de inicio comprobaron que no estaba, por lo que dieron el aviso. Su búsqueda se centró primero en el monte, entre Álava y Bizkaia, con batidas en las que llegaron a participar más de 600 personas.

Tras la fallida búsqueda, el operativo se trasladó después al pantano de Urrunaga, donde la Ertzaintza localizó dentro de una caseta de difícil acceso situada junto al pantano sus llaves y su cartera. También fueron halladas varias prendas del desaparecido, entre ellas, las botas de montaña que llevaba puestas en el momento de su desaparición, y su mochila. La consejera de Seguridad afirmó entonces que existía una alta probabilidad de que estuviera sumergido en el pantano, ya que así apuntaban todos los indicios. Sin embargo, el cuerpo ha sido encontrado fuera del agua, en un camino forestal de complicado acceso.

La búsqueda del joven no ha cesado en todas estas semanas de duro trance para la familia y los amigos. El pasado día 23, la madre de Jon Bárcena difundió un mensaje coincidiendo con el 20 cumpleaños del joven en el que mostraba todo su dolor. “Hoy no sé dónde estás o cómo estás y no puedo encontrarte. Hoy no puedo abrazarte, no puedo estrechar tu cuerpo en mis brazos. Te quiero”, escribió.

Ayer fue su hermana, Miren Barcena, quien a través de las redes sociales Twitter y Facebook hizo público un escueto mensaje horas después del hallazgo del cadáver de Jon: Amaitu da/Se acabó.