zambrana - Con una impresionante precisión, durante las dos últimas noches el tráfico de la carretera N-124 ha estado sufriendo unos cortes intermitentes de apenas 10 minutos en ambos sentidos en el punto kilométrico 29,450. Tal circunstancia obedece a la colocación de las vigas del paso elevado del futuro enlace que conectará esta vía con Miranda de Ebro, Berantevilla y la AP-68 y como parte del desdoblamiento de la vía que se está realizando desde la A-1 hasta el enlace de entrada hacia Zambrana y Peñacerrada.
Durante los días anteriores se había ido preparando el operativo. En la zona donde está el acceso a Miranda de Ebro y a la autopista A-68 se dejó libre de materiales y de vehículos, mientras que en la otra mano, a la que no se puede acceder con vehículos excepto desde el cruce hacia Berantevilla, en lo que será la segunda calzada, se habían colocado perfectamente apiladas para poder ser elevadas con una gran grúa las vigas de hierro que sujetarán la plataforma del paso elevado.
Poco después de las diez y media de la noche, con la intensidad del tráfico disminuyendo, se inició la operación de trasladar cada una de las 20 vigas de 15 metros y dos toneladas hasta los dos vanos que salvan la actual calzada. Dos operarios en la pila de vigas sujetando cada extremo del cable, uno con el mando para elevar hasta el lugar previsto el enorme travesaño y otros dos, uno en cada extremo del paso elevado para verificar que cada una encajaba en su sitio. A continuación, otros operarios, con una larga escalera, se encaramaban hasta la viga ya colocada para soltar los cables y comenzar una nueva carga. Mientras tanto, en cada extremo de la carretera se reorganizaba el tráfico con unos operarios con luminosos, y una discreta -pero visible- vigilancia de la Ertzaintza, con los indicativos encendidos, avisaba de la existencia de retenciones en la carretera.
El tiempo estimado para cada viga era de unos 15 minutos y las retenciones de tráfico apenas llegaban a los diez minutos durante ese espacio de tiempo, pero, aún así, los trabajadores tuvieron que escuchar algunas salidas de tono de los conductores más nerviosos, especialmente en las primeras horas de cada jornada, ya que cada uno de los dos días se trabajó de diez y media de la noche a cinco y media de la madrugada para evitar los importantes atascos que se hubieran ocasionado de hacerse durante el día. La Diputación Foral de Álava había consultado previamente los aforos de vehículos y a partir de las diez y media de la noche la intensidad pasaba a los 60 vehículos por hora y seguía bajando hasta los 30. Una gran diferencia con el día, ya que esa vía es transitada por varios miles de coches en cada jornada.
Atentos a las maniobras de la grúa, los máximos responsables técnicos de la Unión Temporal de Empresas Promociones y Pavimentaciones Balgorza, Yarritu y Obras Públicas Onaindia que ejecuta la obra, así como dos técnicos del Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputación Foral de Álava, permanecieron durante todo el tiempo que duraron las operaciones siguiendo los trabajos.
El arquitecto, Pedro Pablo Madrid, de la UTE que realiza la obra, explicaba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que la operación responde a que se está “construyendo un paso superior, con tablero de hormigón in situ, y requiere una cimbra que es la estructura que soporta el encofrado. Los pasos de carretera no se pueden encofrar de cualquier manera, sino que llevan unos barcos, unas estructuras que apoyan sobre esas vigas, que es donde se verterá el hormigón fresco para endurecer. Por lo tanto, lo que se estaba colocando son las vigas de paso y posteriormente se ejecutará el encofrado del tablero”.
Este paso superior tiene dos vanos, con dos estribos y una pila metálica mixta a base de metal y hormigón, que es el punto central de la estructura. Esa estructura apenas se aprecia en este momento, aunque todo el entramado de tubos que conforma el andamiaje, desaparecerá y solo quedarán los estribos y la pila central. Pero de momento, todos los huecos por los que no pasa el tráfico están con un enorme andamiaje de torres metálicas que sujetan el encofrado.
Madrid añadía que “el paso superior será el enlace entre la carretera A-2120 y la A-124 a base de dos glorietas hacia las dos direcciones y hacia la autopista AP-68. En esa intersección se anula el actual enlace con el polígono de Lacorzanilla al que se accederá, a través de una segunda fase de las obras, con otro enlace justo enfrente. De momento habrá otro enlace que se construye actualmente, en dirección hacia Miranda, a unos 600 metros de distancia, donde se construirá una intersección específica”. El enlace que se construirá para la nueva variante de Berantevilla y acceso al polígono ya está adjudicado a la UTE formada por Balgorza y Nuño y Pescador por un importe de 1.255.528 euros y un plazo de ejecución de seis meses, con el objetivo que iniciar las obras a lo largo este año 2018.
El proyecto consiste en la creación de un nuevo cruce entre la A-2120, carretera que une el límite provincial de Álava con Miranda de Ebro, y el acceso a Lacorzanilla. El nuevo cruce se trasladará cerca de 160 metros de su ubicación actual para mejorar la visibilidad, ensanchar la plataforma e incluir carriles específicos para que los vehículos que accedan o salgan del polígono industrial realicen los giros con seguridad.
Asimismo, implica mejorar el vial de acceso al polígono industrial mediante un ensanchamiento de la calzada, ampliación del radio de giro de algunas curvas y la creación de arcenes ahora inexistentes. La obra también se aprovechará para solventar los problemas de inundación del paso inferior de la AP-68.
Coches. A la hora del inicio de las obras (22.30 horas), la circulación se reduce hasta los 60 vehículos a la hora en la A-124.
Metros. Es la altura de las vigas instaladas a lo largo de las últimas noches.