Vitoria - Durante al menos un mes de tiempo, que se tenga constancia, el edificio de la calle Dato, 35, de Gasteiz, propiedad de una aseguradora, ha dejado de llevar años vacío para tener hasta la semana pasada a los okupas como nuevos moradores. El viernes, según informan fuentes municipales, la Policía Local identificó a una persona, la única que había en ese momento, sin embargo, dentro también se encontraron pertenencias de una segunda persona, además de un gato y una bicicleta, pero, en cualquier caso, como subrayan desde el Ayuntamiento “no se produjo ninguna detención”.

La voz de alarma de esta nueva ocupación la dio ayer el grupo municipal del PP, durante el turno de ruegos y preguntas de la comisión de Urbanismo, cuando su concejal Miguel Garnica comunicó que un vecino se puso en contacto con él este fin de semana para alertarle de “la gran inquietud e inseguridad” que sufren los residentes de los portales colindantes, quienes aseguran haber sufrido robos en, por lo menos, dos viviendas. “Lo que ha pasado este fin de semana ha sido muy grave, porque no sólo han estado ocupando un edificio durante mucho tiempo, sino que lo que han hecho los okupas es trasladarse, por la parte de atrás, por las terrazas, a los otros edificios para acceder a ellos. Y en este caso, supuestamente, que les han detenido y parece que han robado una cantidad importante de dinero, pero el problema es que se está generando una inquietud e inseguridad en la gente. Y lo que tendrían que hacer es tomar decisiones porque hay un problema en la ciudad y ustedes no lo ven”, detalló Garnica, tras denunciar que el movimiento okupa en la ciudad “se está extendiendo como una mancha de aceite”. Motivo por el cual el popular preguntó a la edil del ramo, Itziar Gonzalo, sobre las medidas que se están tomando al respecto.

Sin embargo, como aclaró Gonzalo, el Consistorio, en este caso, “no puede ir más allá” puesto que se trata de un inmueble particular “y nosotros no podemos acudir al juzgado en lugar del propietario. Tenemos una limitación”. No obstante, como especificó la edil, el viernes técnicos de Urbanismo estuvieron allí, visitando in situ el edificio “para comprobar si podíamos hacer un requerimiento al propietario para que lo mantenga en condiciones de seguridad suficientes para evitar que se trasladen los robos a otras viviendas. Pero estamos limitados e insisto que quien tiene que ir, con la legitimación para actuar, para que se inicien acciones de carácter civil o penal y se inste un desalojo del mismo, es el propietario del inmueble, no el Ayuntamiento”. En consecuencia, como recalcó Gonzalo, “más allá de lo que he comentado es difícil que podamos actuar de forma subsidiaria. Podemos ponerlo en conocimiento y hacer el requerimiento al propietario, pero no podemos ir más allá como Ayuntamiento. Lo que hay que hacer es que los particulares se sumen a este tipo de actuaciones para evitar que se produzcan este tipo de situaciones”.

Errekaleor En cualquier caso, Gonzalo quiso dejar claro que “respecto a lo público, estamos actuando y denunciando todas aquellas situaciones”. De hecho, como especificó, “nosotros no amparamos el movimiento okupa en instalaciones públicas porque entendemos, además, que están privando a otros colectivos de la población, como a los jóvenes, que podrían tener acceso a esas viviendas”.

De esta forma, la responsable de Urbanismo negaba cualquier tipo de inacción frente a los okupas, tal y como les acusaba Garnica, cuando les achacó que “ustedes (por el equipo de gobierno) han amparado este movimiento, incluso han negociado con ellos, sobre su traslado. No le han dado importancia y ahora se extiende por toda la ciudad porque no han sabido tomar medidas”.

Unas acusaciones ante las que Gonzalo fue contundente: “Tenemos okupas porque lo teníamos en 2012, 2013, 2014 y 2015. Y, precisamente, ha sido este equipo de gobierno el que ha tomado medidas. En el caso de Errekaleor, para pedir esa identificación para poder desalojar. Porque no podemos desocupar a colectivos genéricos, sino con nombres y apellidos a quienes ocupan”.

La ocupación. El inmueble de Dato 35 es propiedad de una aseguradora y lleva años vacío. Los vecinos se han quejado de la “inseguridad e inquietud” en los edificios colindantes donde aseguran haber sufrido robos de dinero en, por lo menos, dos viviendas. Según denuncian, los okupas se valieron del portal de Dato 35 para trasladarse por la parte de atrás (por las terrazas) a otras casas de la zona.

Viernes día 12. Este viernes la Policía Local identificó a una persona, la única que había en el edificio, pero no se produjo ninguna detención. Ese mismo día técnicos de Urbanismo visitaron el edificio ‘in situ’ para comprobar si podían hacer un requerimiento al propietario para que lo mantenga en condiciones de seguridad suficientes. Actualmente, hay una cadena en la puerta de Dato 35 para impedir que nadie pueda acceder a él.

La edil de Urbanismo aclara que en este caso se trata de un edificio particular por lo que es el dueño el que tiene que ser él el que inicie acciones de carácter civil o penal y se inste al desalojo, pero, que en cualquier caso, lo pueden poner en conocimiento del dueño mediante un requerimiento al mismo para que lo mantenga en las debidas condiciones de seguridad.

El edil del PP preguntó ayer qué clases de medidas se están tomando para frenar el movimiento okupa, ya que, en su opinión, se está “extendiendo como una mancha de aceite por toda la ciudad”. Uno de los vecinos afectados por la ocupación del edificio de Dato 35 se puso en contacto con Garnica para denunciar la “inseguridad e inquietud” que sufren desde entonces.

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Persona es la que fue identificada por la Policía Local este viernes en el inmueble de Dato 35, pero en ningún caso se produjo detención, como subrayan fuentes municipales. En el interior también se encontraron pertenencias de otra persona.