VITORIA - Las seis horas de paro de la jornada de ayer, repartidas en los turnos de mañana y tarde, convocadas por los más de 3.000 empleados municipales afectó a la actividad de una Gasteiz, sumergida de lleno en la vorágine navideña, y que sorprendió a un elevado número de ciudadanos en servicios tan básicos como el transporte público de Tuvisa y las actividades en los centros cívicos.

El anuncio de este paro por parte de los funcionarios, como la medida más llamativa de las reivindicaciones que vienen llevando a cabo en las últimos meses en su pulso negociador por un nuevo convenio, se dejó notar en estos dos termómetros de la actividad y, sobre todo, en la hora crítica de la salida de los centros escolares de muchos estudiantes que se desesperaron al conocer que las frecuencias de paso de los autocares municipales fueron ayer de 50 minutos, en la franja comprendida entre las 11.30 de la mañana y las 17.30 horas. Idéntico desconcierto vivieron algunos viajeros en la línea que conecta Zabalgana y Salburua cuando, a pie de parada, y antes del comienzo de la media docena de horas de anormal servicio, vieron alterados sus planes de volver a montarse en los autobuses urbanos a partir de mediodía. El anuncio del paro estaba visible junto a las puertas de salida de los vehículos y fueron muy pocos viajeros los que repararon en las jornadas previas de esta incidencia, se pudo escuchar como protesta más repetida y airada.

El paro en Tuvisa fue una situación anómala y nada habitual en los últimos años por lo que pilló con el paso cambiado a gran parte de los vitorianos. Muchos fueron los que, ante la falta de correcta información de la frecuencia que emitieron las pantallas del servicio ayer, optaron por recurrir a los taxis para salir del apuro. Estampas de viajeros agolpados y sorprendidos junto a las marquesinas de la ciudad, contrastaron con la ausencia de taxis en paradas como la calle Magdalena en la hora crítica del mediodía.

Situaciones similares se vivieron en otras dependencias y, en especial, en los 14 centros cívicos de la red. La actividad comenzó con normalidad a primera hora de la mañana, pero a medida que se acercó la hora estipulado del comienzo del paro, 11.30, los oficiales de control de algunos edificios como el polideportivo de San Andrés, procedieron a cerrar las puertas de acceso al interior y, desde las once de la mañana, únicamente permitieron la salida de quienes se encontraban en la piscina, las canchas de pádel o en alguno de los cursos de actividades físicas que se desarrollaban antes de esa hora.

MANIFESTACIÓN DE TRABAJADORES Ajenos a las molestias generadas, los trabajadores municipales llevaron a cabo una asamblea informativa, desde las diez de la mañana, en Villa Suso, que tuvo su prolongación en una posterior manifestación. Después de descender por la escalinata de San Miguel, avanzaron por Matero de Moraza para acceder al interior de la Plaza Nueva. Allí realizaron un despliegue de pancartas en las que instaban al Ayuntamiento a sentarse a negociar cuestiones como “recuperación del nivel salaria y terminar con el elevado índice de temporalidad entre el colectivo de trabajadores”, explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el presidente del comité, Roberto Vidal.

Ni los organizadores de la movilización ni el equipo de gobierno ofrecieron datos sobre la incidencia del paro y será a lo largo de la jornada de hoy, cuando tengas las cifras de servicios afectados. Después del paro de ayer, las reivindicaciones de los trabajadores abren un paréntesis con motivo de las fechas navideñas. “Después volveremos a debatir y analizar en una asamblea las medidas para los primeros meses del año que viene”, concretó Vidal. Los contactos entre ambas partes en conflicto se suceden pero “centrados en cuestiones como la provisión de plazas para una nueva Oferta Pública de Empleo, aunque sin llegar a avances en temas salariales y de temporalidad”, significaron.

Negociación del convenio. Trabajadores y equipo de gobierno negocian desde hace dos años, reducir el número de interinos y recuperar el nivel salarial perdido en los últimos ocho años.

El presidente, Roberto Vidal, reconoció que los encuentros entre las partes “no eliminan esos dos obstáculos” del proceso.

38%

Índice de interinidad. En los 3.000 empleados municipales es elevada la tasa de aquellos que no tienen una plaza fija, a pesar de estar hace muchos años desempeñando sus funciones.