vitoria - La pobreza ha llegado a Álava para quedarse, tal y como han alertado ya en repetidas ocasiones numerosos colectivos del ámbito social. También lo ha hecho, como es evidente, la pobreza energética. Así lo recordó ayer la asociación Por una vida digna, quien cree que esta “lacra” que representa “una de las manifestaciones más sangrantes” de la pobreza se sigue perpetuando en el territorio. Y además, tocando la puerta de “niños, jóvenes y mayores”.

A la par de poner sobre la mesa esta denuncia, el colectivo aprovechó la ocasión para divulgar dos medidas que pueden ayudar a paliar los “indeseables efectos” de la pobreza energética a quienes la sufren. Por un lado acogerse al Bono Social, una ayuda de ámbito estatal y que únicamente opera en el consumo eléctrico. Por otro, y ya en el campo más local, las ayudas municipales de las que se pueden beneficiar los pensionistas de bajos ingresos. Según recordó el colectivo, las personas físicas que sean titulares de un punto de suministro de electricidad con una potencia contratada igual o inferior a los 10 kW serán considerados consumidores vulnerables y, si cumplen una serie de requisitos adicionales, podrán acceder al Bono Social.

En cuanto a las ayudas municipales, el Consistorio permite financiar los gastos de electricidad y gas generados en el segundo semestre de 2017 si se solicita la ayuda municipal hasta este próximo 2 de enero de 2018. Podrán acceder a estas ayudas, básicamente, los pensionistas que perciban la RGI como complemento a su jubilación y que lleven empadronados en Vitoria al menos cinco años. - C.M.O.