vitoria - De cómo los colegios pueden seguir enseñando más valores fuera de sus aulas y de su horario lectivo se aprendió ayer en el polideportivo del centro Divino Maestro de Vitoria (Cofradía de Arriaga), gracias al mercado solidario que como cada año realizan en esta escuela con la llegada de Navidad, y que esta edición fue dedicado a Nahia, la niña gasteiztarra que padece un raro tipo de encefalopatía epiléptica (ESES) que impide que esta pequeña pueda hablar.

“La idea surgió cuando me enteré de la enfermedad de Nahia y nos informamos de su situación en las redes sociales”, explica Esther Foronda, una de las coordinadoras de este acto, quien a su vez, forma parte del grupo de artesanos, que como hobby hacen este tipo de manualidades, que se podían adquirir ayer en los 26 puestos instalados en esta feria, con productos, como jabones, figuras de goma EVA y fieltro, como las que elabora la propia Foronda, o incluso bisutería, que ha creado con sus propias manos la propia amatxu de Nahia, Blanca Gerbolés.

Como explica Foronda, media ciudad se ha volcado en este acto, gracias a un veintena de colectivos implicados con esta noble causa, como el empeño que ha puesto la asociación de vecinos de El Pilar para que todo salga bien, bares como Ongi Etorri, Byra, El Escondite, Camerino o El Puzzle. Imprentas, como Gurpil que ha colaborado con los carteles... No faltan ni las populares conservas de Victofer, de la calle Cuchillería, peluquerías , como la de Ángel López, Adatz o Loqum, que participan en donaciones de cortes de pelo, centros de belleza como Actúa Láser o Zugatik, éste último que hará lo propio con una cesta de productos cosméticos, VIP Spa que también ofrecerá un masaje o Tejiendo Vitoria, que también acercará sus productos para este fin solidario o la librería Cedro. La lista de participantes es tal que es prácticamente imposible nombrar a todos y cada uno aportando su granito de forma sorprendente. “El gimnasio Carpe Diem lleva, por ejemplo, tres meses recogiendo latas de Coca-Cola para hacer lapiceros y hay bares y restaurantes que han decidido donar patas de jamón o desayunos”.

Para poder obtener estos regalazos, era necesario comprar boletos desde dos euros. “Haremos un sorteo en el que primero sacaremos el número agraciado y luego diremos el premio que se lleva”, añade esta mujer, cuyo hijo, Sergio Martínez, también tocó la guitarra, en el concierto acústico de las 19.00 horas, con el que una hora después, a las 20.00 horas se cerró este mercado solidario, después de que éste abriera a las 10.00 horas. A las 12.00 horas fue el taller de belleza y, a las 13.00 horas, los talleres sin inscripción a cargo de Txiribili Xaboiak para aprender a hacer jabón. Ya por la tarde, a las 17.00 horas fue el cuentacuentos gratuito, con Eterna Niña Pehebe, a las 18.00 horas, la exhibición de parkour para dar paso una hora después a la música de Sergio Martínez.

Nahia, de momento, va, como explica su madre, “parecido, sin novedad. No avanza, pero por lo menos no pierde lo aprendido, de momento, porque cualquier día se levanta de la cama y pierde todo lo aprendido en el área del lenguaje”. La pequeña, además, ha recibido otro regalo adelantado de Olentzero: las pulseras Nuestros colores, tu solidaridad, reversibles con los colores identificativos de los dos clubes deportivos referencia en Álava, con las que el grupo Baskonia-Alavés colabora en la recaudación que Nahia necesita para financiar su operación. Las pulseras con los colores azulgrana y albiazul, tienen un precio de dos euros, están a la venta desde el pasado día 11 de diciembre hasta agotar existencias. Se pueden adquirir tanto en la Baskonia-Alavés Experience Store, como en la tienda oficial de Mendizorroza en su horario habitual y los días de partido y en ciertos encuentros del Baskonia hasta el 12 de enero, en la tienda del Buesa Arena, en taquilla.

Finalidad. Este tradicional mercado solidario se ha organizado este año con el fin de ayudar a Nahia, la niña gasteiztarra que padece un raro tipo de encefalopatía epiléptica (ESES) que impide que esta pequeña pueda hablar. De momento, va, como explica su madre, “parecido, sin novedad. No avanza, pero por lo menos no pierde lo aprendido, al menos de momento, porque cualquier día se levanta de la cama y pierde todo lo aprendido en el área del lenguaje”, manifiesta.