la batalla contra el VIH en India se librará también a partir de mañana a nivel local coincidiendo, precisamente, con el Día mundial de lucha contra el sida. Las culpables de ello serán cinco estudiantes vascas que este año afrontan el tercer curso del grado en Liderazgo e Innovación que Mondragón Unibertsitatea imparte en la vecina Oñati. Se trata de las gasteiztarras Anne Campo y Ainhoa Peña, que junto a sus compañeras Eneritz Arizmendiarrieta, Sara Antón y Nagore Osa -todas ellas guipuzcoanas- van a poner en marcha una campaña de crowdfunding que tratará de reunir recursos para luchar contra este gravísimo problema de salud pública en el país asiático. Mirando, sobre todo, a la situación de las mujeres. El proyecto forma parte de su curriculum universitario pero, como sucede con la mayoría de actividades que llevan a cabo a diario -bajo la filosofía learning by doing-, tendrá un impacto directo en el mundo real.

Según los datos de Onusida, 36,9 millones de personas de todo el mundo vivían con VIH en el año 2014, de las cuales más de dos millones residían en India. El país, con el tiempo, ha pasado a ser el tercero del planeta en número de personas afectadas, una situación agudizada por la cultura de no utilizar el preservativo y todo tipo de barreras educaciones y económicas. El proyecto lleva como título Vidas en positivo y se realiza en colaboración con la ONGD guipuzcoana Calcuta Ondoan, que apoya proyectos de ayuda humanitaria y desarrollo para la promoción integral de las personas en India.

“Hemos decidido lanzar la campaña el 1 de diciembre para darle mucha más fuerza”, justifica Campo en declaraciones a este periódico. Le acompaña Peña, ilusionada como su colega por recaudar la mayor cantidad posible de dinero para el proyecto. “Se trata de captar más recursos y de empoderar a las mujeres, no sólo a las que ya tienen VIH”, describe la segunda. El dinero servirá también para sufragar el desplazamiento de las jóvenes al país asiático, donde permanecerán durante dos meses. Su principal base de operaciones se ubicará en Pune, una pequeña localidad del suroeste del país cercana a Bombay . El objetivo mínimo se ha fijado en una recaudación de 10.000 euros, aunque a ambas les gustaría llegar hasta los 25.000... y los que vengan.

Tras un largo trabajo previo, estas jóvenes emprendedoras presentarán mañana la campaña de crowdfunding mediante distintas acciones de calle en las tres capitales vascas. En el caso de Gasteiz, colocarán sendos stands informativos en la plaza General Loma y en las calles Nieves Cano e Independencia, donde si el tiempo acompaña también se desarrollarán otras actividades paralelas. Al final del día, realizarán un primer recuento del dinero recaudado para que “todo el mundo lo vea y poco a poco se vaya abriendo a más gente”.

acciones paralelas Paralelamente, el grupo llevará a cabo distintas iniciativas para que la campaña se haga viral y, en consecuencia, llegue al mayor número posible de personas. Las acciones comprenderán la publicación de vídeos en redes sociales, su colaboración con influencers, el envío de información a través de la popular plataforma de contactos Tinder, la realización de talleres en escuelas para avanzar en la concienciación de los más jóvenes o la campaña Café Condón, a la que se sumarán distintos locales hosteleros. Éstos sustituirán la tradicional galleta que se sirve con esta bebida por un preservativo en cuyo interior podrá encontrarse toda la información de la campaña de recaudación de fondos. “Hacer un crowdfunding y no hacer nada por que llegue a la gente no sirve, sería imposible. Por eso, ponemos en marcha todas estas iniciativas”, explica Peña.

Como en todas las campañas de micromecenazgo de estas características, quienes donen obtendrán diferentes obsequios a cambio en función de la cantidad aportada. Uno de los más rompedores será una carta con semillas que ha creado la empresa Sheedo, que literalmente “convierte el papel en una planta”. El grupo cuenta con perfiles tanto en Facebook como en Instagram (@vidasenplus).

Peña y Campo, para quienes el viaje a India “va a englobar muchas cosas”, esperan además de aprender y que el impacto de su ayuda sea lo más positivo posible “dejar huella”. Una nueva etapa de su incipiente carrera está a punto de arrancar.