Los retoques y modificaciones que se adjuntan a la extensión del tranvía para su llegada a Adurza y al campus universitario “van a mejorar, desde el punto de vista político y social, el proyecto”, al tiempo que servirán también para “reducir de manera sensible la oposición de algunos colectivos”, reconoció ayer el alcalde, Gorka Urtaran. En el segundo día de los trabajos menores de estas labores de ampliación, el primer edil compareció en el Ayuntamiento para “agradecer” de forma reiterada la decisión de la comisión de seguimiento de las obras del tranvía de suprimir la parada en el puente las Trianas y adoptar la decisión de que los convoyes circulen por 375 metros de la calle Nieves Cano en una única vía. “Se garantiza de esta manera un proyecto fundamental para la movilidad sostenible en Gasteiz y que permite la conexión entre los barrios”, ensalzó Urtaran.

Desde que empezó a plantearse el crecimiento del tranvía, “valorado por el anterior equipo de gobierno como razonable y que no es ninguna ocurrencia ni capricho del actual”, concretó el edil, se han ido suscitando con el paso de los años “reclamaciones de algunos colectivos, que entendemos hay que escuchar”. Por ese motivo y ante la repercusión y nivel de movilización en la zona afectada, el Consistorio optó por “solicitar a la comisión que atendiera las peticiones”. La sorprendente decisión conocida el lunes a mediodía, sirve para “atender la gran mayoría de algunos vecinos y colectivos, que no todas las asociaciones del barrio”, diseccionó y concretó el regidor jeltzale. Ante este hecho, el Ayuntamiento “entendió que había que escuchar”, reflexionó Urtaran, a la hora de solicitar a la empresa responsable que se pudieran llevar a cabo algunas modificaciones.

Uno de esos notables cambios consiste en hacer transitar al tranvía por la calle Nieves Cano en una vía única, en lugar de doble, lo que posibilita mantener “casi igual la sección de la calle como está ahora. La acera izquierda incluso gana alrededor de 30 centímetros, y se mantiene un carril para la circulación, además de otra línea de aparcamientos y el arbolado”, desgranó el alcalde ayer. Se logra otro segundo efecto positivo como es “conseguir que el tranvía se separe a una mayor distancia de las viviendas de esa calle”, concretó. Este había sido uno de los puntos de fricción de la plataforma que ha defendido los intereses del barrio. En sus reivindicaciones, alegaron que la distancia de los convoyes a los edificios no respetaba el mínimo que fija la legislación ferroviaria y fue uno de los argumentos para amenazar con el recurso a los tribunales.

árboles y estacionamientos Enumeró el alcalde algunas de las consecuencias y beneficios positivos que va a tener el proyecto modificado. Centró Urtaran este apartado en el “arbolado, las plazas de estacionamiento que no desaparecen y los metros cuadrados de acera”, como cuestiones positivas que definen la configuración final de la obra. Recordó la situación de un barrio como Adurza en el que “el 40% de las familias residentes cuenta con una persona mayor de 64 años y con problemas de movilidad que requieren de la utilización del transporte público”, concretó Urtaran.

La polémica que ha girado alrededor de este proyecto llevó a la celebración de un polémico pleno, el pasado 23 de octubre, para celebrar una consulta ciudadana. A pesar del resultado favorable, el alcalde la tachó de ilegal y dispone el equipo de gobierno hasta el 23 de diciembre para recurrir a la justicia.

Por otro lado, en la tarde de ayer, el colectivo Orain Araba solicitó la comparecencia del alcalde y la consejera de Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa tapia, en la comisión de movilidad para “aclarar el motivo del sorpresivo cambio del proyecto del tranvía al sur”, indicaron. - Jose L. del C.