navaridas - El Ayuntamiento de Navaridas, junto con la asociación cultural El Cerrillo y la colaboración de la Fundación Vital, está llevando a cabo una experiencia entre los estudiantes más jóvenes a quienes muestran el “rico” patrimonio histórico de la localidad y les animan a participar en unos talleres de arqueología, todo ello con la dirección de la empresa vitoriana Qark Arqueología.
Navaridas cuenta con un elemento arqueológico de primer orden: el yacimiento del poblado del Alto de Castejón, así como el centro de interpretación instalado en la Casa Sodupe. Además, en el entorno del pueblo hay una importante cantidad de yacimientos que permiten conocer la historia del lugar desde el neolítico hasta el presente de manera ininterrumpida. Con todo ello, la asociación cultural El Cerrillo y el Ayuntamiento, dentro de las actividades de dinamización y promoción de la localidad que vienen desarrollando conjuntamente, determinaron implantar un programa anual de talleres infantiles de arqueología, para fomentar el conocimiento del patrimonio de los escolares, y dar a conocer este importante conjunto a niños de otros lugares.
Los objetivos principales de la actividad son el fomento de los valores patrimoniales de la localidad, principalmente del poblado del Alto de Castejón entre los escolares; generar una actividad anual que sea reconocida como parte de la vida cultural de la comarca y que se sume a las diferentes actividades que se realizan a lo largo del año en Navaridas; difundir el trabajo realizado en el Alto de Castejón en el exterior de la comarca; fomentar la relación con otros centros culturales del territorio, y dar a conocer cómo es el trabajo real de los arqueólogos, sin la idealización que ofrecen las películas.
MÁS ALUMNOS Estas actividades están teniendo lugar desde el 16 de noviembre y se prolongarán hasta el día 24. En ellas participan este año centros escolares de Vitoria, como los colegios Sagrado Corazón, Hogar San José, Ángel Ganivet, Urkide y San Ignacio y de Lapuebla de Labarca, a través de la ikastola Assa. Esta segunda edición supone un éxito con respecto a 2016, con un incremento de dos centros educativos, cuatro días más de actividades y 329 alumnos participantes (un aumento del 83%).
En la jornada de ayer vivieron la experiencia un grupo de 32 estudiantes del tercer ciclo (5º y 6º de Primaria). Blanca Gómez de Segura explicó que contextualizando el yacimiento del Alto de Castejón, los arqueólogos les muestran cómo están haciendo la excavación, mientras que otros estudiantes realizan un taller de cerámica. Como lo que encuentran en las excavaciones son muchos restos de cerámica, nosotros les explicamos que el barro, cuando se cuece, se convierte en cerámica, y ésas son las pistas que necesitan los arqueólogos para saber en qué contexto están trabajando”, indica.
EL TOQUE PERSONAL Para entender mejor este trabajo de arqueología, los escolares realizaron piezas de cerámica, dándolas un toque personal, aunque reflejando las labores de la antigüedad. Y para que comprendieran mejor el papel de identificación que tienen los restos en las excavaciones, viajaron en el tiempo hasta el momento en el que nuestros antepasados dejaban su impronta de barro en las paredes de las cuevas. “Si las cerámicas son testigo de la historia -relata la monitora-, también en las cuevas se hacían muchas huellas en las paredes. Y eso lo entienden porque han visto previamente documentales.
Asimismo, la huella de la mano era una manera de dejar el testigo de la presencia de una persona en la cueva. Y eso es lo que están experimentando: con una papilla de barro, meten la mano y dejan la huella en un papel colocado sobre la pared del frontón de Navaridas, como si fuera una cueva o un abrigo, según describe la monitora encargada de los talleres.