Urturi - Las instalaciones de Izki Golf, en Urturi, disfrutan ya de sus dos primeros puestos de observación de animales y aves, que ayer fueron presentados y disfrutados por numerosas personas de la comarca invitadas a un acto que contó también con la asistencia de la presidenta de Izki Golf y teniente de diputado general y diputada de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, Pilar García de Salazar

A la variedad de servicios de esas instalaciones: golf, BTT, recorridos a pie, gastronomía? se añade ahora la creación de varios observatorios de aves, denominados Birding Hides. Un complemento más que “nos hace estar convencidos de que Izki es mucho más que un campo de golf y además de enriquecer la zona, sigue poniendo en valor nuestro gran patrimonio natural” explicó García de Salazar en el acto de presentación, realizado en la cafetería del edificio de atención a visitantes. En una primera fase, el campo de golf de Izki acogerá en sus instalaciones dos observatorios en los que se podrá disfrutar de la observación de la fauna local en una inmersión en la naturaleza de la Montaña Alavesa.

Se trata de refugios, a menudo camuflados, que se utilizan para observar la vida silvestre, especialmente aves a corta distancia y sin perturbar su hábitat. En concreto son dos cómodas casetas, con asientos y unas ventanas corridas a lo largo de la trasera, desde donde se puede vigilar la fauna sin que ésta pueda notar presencias, ya que tiene una red que difumina el interior del puesto.

Izki es un impresionante bosque que alberga una de las formaciones más representativas de roble marojo (quercus pyrenaica) en Europa. Asentados sobre los terrenos arenosos que conforman la cuenca del río Izki, estos bosques acogen a una buena representación de fauna forestal. Rodeado de montañas y barrancos con abundancia de roquedos calizos, cuenta además con numerosas zonas húmedas discretas como charcas y turberas que aportan gran diversidad biológica a este enclave.

En estos humedales, aparte de una interesante fauna de anfibios y aves -zampullín chico, somormujo lavanco...- se desarrolla una valiosa flora, como el nenúfar blanco y una rica variedad de plantas carnívoras. Los amplios pastos de las zonas altas, donde se alimentan vacas, yeguas y ovejas, delatan la presencia del ser humano.

El ave estrella del parque es el pico mediano, e Izki alberga la mayor colonia en de nuestro paía de esta especie. El pico mediano y otros pájaros carpinteros de Europa están considerados como indicadores de calidad forestal. En el cielo, planeando por encima del bosque, destacan, también, los vuelos del águila real, el halcón peregrino, el alimoche y el buitre leonado, que descansan y crían en los majestuosos cortados calizos de las cumbres de Izki.

La iniciativa de poner en marcha estos puestos de observación es de la Junta Administrativa de Urturi y la empresa especializada en imagen de fauna y naturaleza Augur Nature, con el apoyo de la Diputación Foral de Álava, Izki Golf, la Asociación de Desarrollo Rural Izki y el Gobierno Vasco.

Mario Bregaña Etxeberria, responsable de Augur Nature, destacó ayer que a día de hoy existen más de tres millones de europeos, 60.000 de ellos dentro del Estado, que viajan constantemente para desarrollar esa actividad de observación y fotografía de la naturaleza, constituyendo una bolsa importante de un nuevo turismo generalmente compatible con otros y en este caso verdaderamente sostenible.

idea La idea para poner en marcha esta iniciativa surgió porque se dieron dos circunstancias favorables que coincidieron. Por una parte, Agur Nature buscaba un enclave propicio para emprender una iniciativa Birding y por otro la Junta de Urturi buscaba promover actividades originales que relancen el turismo en la zona. De esta manera, después de tres años de pruebas, estudios de ubicación y observaciones, se han construido los dos primeros observatorios a los que se unirán en breve otros dos, para que todo el mundo pueda disfrutar de la observación de la fauna desde el campo de golf de Izki.

‘Birding Hides’. Así se denominan en inglés a los refugios, a menudo camuflados, que se utilizan para observar la vida silvestre, especialmente aves a corta distancia, sin perturbar su hábitat.

En Izki. El campo de golf estrenó ayer dos cómodas casetas, con asientos y unas ventanas corridas a lo largo de la trasera, desde donde se puede vigilar la fauna sin que ésta pueda notar presencias, ya que tiene una red que difumina el interior del puesto.