Vitoria - Un llamativo color rojo, salpicado de pintas blancas, cubre la txapela de la espectacular Amanita muscaria. Es la conocida como “seta de los pitufos”, tan bonita como peligrosa. Una belleza, representada en múltiples imágenes e instantáneas que, dada su singularidad, también sirve para reconocer casi al instante que lo mejor es alejarse de ella dada su toxicidad. Sin embargo, no es tan fácil hacerlo con el resto de setas y boletus que brotan en Euskadi, al haber más de 3.000 especies identificadas, sobre todo ahora que con la llegada del otoño su presencia se ha vuelto más numerosa que nunca en bosques, prados, campas y pastizales. Sin ir más lejos, este domingo la curiosidad de un niño de dos años de Vitoria que jugaba en un huerto de la ciudad hizo que se llevara a su pequeña boca una seta que acaba de encontrarse entre la hierba mientras jugaba tan feliz. Cuando sus padres se percataron del riesgo, ya era demasiado tarde para evitar que ésta desapareciese por su garganta, pero no lo suficiente para saber qué es lo que tenían que hacer para evitar males mayores. No en vano, la fortuna quiso que un amigo ellos, que recientemente hacía asistido a una de las charlas que sobre micología imparte en Gasteiz el experto Pedro Manrique, hizo que tuviera a mano el teléfono de éste para saber a quien recurrir. “Les dije lo que tenían que hacer, que cogieran una muestra de la seta y la llevaran junto al niño a urgencias, por si no era comestible, porque al final, con una fotografía no es lo mismo que verlas de cerca porque cambian en función del ángulo con que la hagan o de la luz”, explica Manrique.
Por suerte, también al final todo quedó en un susto, pero lo peor, como dice este micólogo, es que ya había vivido una situación parecida hace dos años, cuando una alarma parecida le llegó hasta sus oídos sin saber qué podían hacer al respecto. Por esta razón, en la asociación vecinal Barrenkale han decidido abrir una oficina micológica, en los mismos locales de su agrupación, de la calle Cuchillería, con el fin de evitar más equivocaciones sobre esta cuestión, ya que en Vitoria, pese a ser conocida por el culto que rinde por cada San Prudencio al perretxiko, además de toda la afición setera que hay al respecto, apenas hay puntos de información como éstos. La única excepción, como añade Manrique, es el Instituto Alavés de la Naturaleza (IAN), la asociación cultural y científica de carácter no lucrativo, que acaba de sacar en Vitoria, en la calle Pedro de Asua, donde está el Seminario, otra sección similar, y donde promueven salidas, como la del pasado octubre a Murua, en las faldas del Gorbea, llamada Introducción a la micología.
40 años de experiencia En este caso, el propio Manrique, y de manera altruista, es el que estará al frente de la oficina micológica en la sede de la asociación vecinal Barrenkale, “desde ya mismo”. En concreto, “de 18.30 a 19.30 horas estaré en los locales de la asociación vecinal, en la calle Cuchillería, al lado del bar Bendaña, todos los lunes y martes, “aprovechando que las setas y hongos se suelen recoger más los fines de semana”.
De esta manera, todos los que tengan dudas pueden llevar allí sus cestas cargadas de setas y también todos los que quieran un poco más sobre este “apasionante” mundo micológico en el que Manrique se adentró hace la friolera de 40 años. No en vano, en este local este experto ofrecerá toda la información posible para que los que allí se acerquen “aprendan a ver las diferencias” entre las que son o no comestibles. A ello contribuirá una exposición con esta comparativa de setas, además de los manuales que el propio Manrique ha elaborado. Una recopilación de material que, como la describe, “es todo lo contrario de la casualidad”. Y motivos no le faltan. “La elaboración de lo que es los manuales en sí me ha llevado poco tiempo, pero su contenido es fruto de los 40 años de experiencia que llevo aprendiendo de todo”, lo que le ha llevado a conocer, como afirma, su diferente morfología.
Todo ello, además, lo hará gratis, porque es su afición y le encanta practicarla, ya sea en el monte o compartiéndola a través de este punto informativo o de las diferentes charlas que imparte en este territorio. La siguiente la hará el día 22, a las 18.00 horas, en el centro sociocultural de mayores de Abetxuko, donde en estos momentos se encuentran ubicados unos paneles explicativos que el propio Manrique ha diseñado. A esta jornada la seguirá la del 30 en la sede de la asociación Barrenkale, a las 19.00 horas. “Las doy gratis, con mi ilusión, para que la gente conozca la peligrosidad y que se sepa que hay un riesgo que se debe conocer”, subraya.