Vitoria - “Tenemos que mantener un número mínimo de habitantes en Abetxuko para poder conservar, y si es posible ampliar, los servicios del barrio”. El portavoz de la asociación de vecinos Uribe Nogales, Oskar González, explica que el proyecto de construcción de 70 nuevos pisos a través de una cooperativa vecinal busca retener a la juventud del barrio, ya que actualmente adquirir una de las célebres casas bajas de la zona conlleva en muchos casos una intensa rehabilitación y los pisos disponibles en el mercado “no les resultan atractivos”.
De acuerdo con un estudio elaborado por la propia agrupación vecinal, en los últimos veinte años se ha producido una intensa diáspora desde Abetxuko hacia diferentes barrios de Vitoria. “Hemos perdido más de 2.000 vecinos, jóvenes en su mayoría, que se han mudado sobre todo a Lakuabizkarra, a Salburua y a Zabalgana. De hecho, en casi todos los portales de los nuevos barrios de la ciudad es habitual ver que hay al menos una familia originaria de Abetxuko”, asegura. Por ello, confían en que el programa urbanístico no sólo ponga freno a este goteo sino que anime a algunos a regresar al barrio de su niñez para vivir más cerca de sus familias. - A. Burdain