vitoria - Los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Vitoria rechazaron ayer en bloque el “catálogo de prioridades”, como así denomina el gabinete Urtaran al proyecto de presupuestos para 2018 presentado por el equipo de gobierno PNV-PSE. Y es que, pese a que el borrador contempla una subida de dinero del 4,5% hasta alcanzar los 377,4 millones de euros, y apuesta por la movilidad, todas las fuerzas que están fuera del gabinete Urtaran, coincidieron en señalar, en una primera valoración, que la propuesta del ejecutivo municipal está lejos de su objetivo de “poner la ciudad a velocidad de crucero”. Muy al contrario, “va a paralizar la ciudad”.

Una de las primeras formaciones del Consistorio gasteiztarra que así lo censuró fue el PP -con quien el alcalde no descarta pactar-, para quien, en palabras textuales de su portavoz, Leticia Comerón: “el Presupuesto de 2018 que ha presentado Urtaran es el de la consolidación de la parálisis de Vitoria”. Comerón, a la hora de dar más detalles al respecto, afirmó que “por tercer año, Urtaran vende en el Presupuesto las mismas actuaciones que sigue sin sacar adelante”. En su opinión, con el proyecto que se plantea en estos momentos, “el alcalde dispara el gasto corriente y no plantea inversiones. La única es un tranvía, en contra de los vecinos”. Por el contrario, los populares abogan por unas Cuentas “que recojan las verdaderas prioridades para que Vitoria salga de la parálisis y recupere la ilusión”.

EH Bildu Gasteiz es otro de los grupos que manifestó su profunda reprobación a la propuesta de las Cuentas municipales para el año que viene de Urtaran. La portavoz de la formación soberanista, Miren Larrion, en este sentido, declaró que “el proyecto de presupuestos de Urtaran es una repetición de proyectos que siguen sin ejecutarse”. Es por ello que Larrion señaló que “no veo excesivo interés en el gobierno PNV-PSE por alcanzar acuerdos. Quiero que las cosas cambien y hasta ahora no han cambiado”. Recordó en esta línea, en alusión al apoyo que anteriormente EH Bildu ofreció a los presupuestos de socialistas y jeltzales, que “el PNV pide un cheque en blanco, pero luego no cumple los acuerdos”, en clara alusión a las iniciativas por el cambio que no se han materializado.

La portavoz de EH Bildu también se atrevió a explicar por qué, pese a que su grupo “apoya” la ampliación del tranvía a Adurza, “creemos que la gente tiene derecho a que le consulten”, en alusión al Pleno del lunes en el que se aprobó, a iniciativa de Podemos, realizar una consulta ciudadana sobre la ampliación al sur del metro ligero. Decisión que Urtaran recurrirá por exceder la competencia municipal. Larrion hizo hincapié, además, en que “el alcalde apuesta por la movilidad pero deja fuera la rotonda de América Latina”.

Desde Podemos, por su parte, acusaron a Urtaran en el día que apeló al diálogo y al cuerdo, de “hacer imposible” la negociación del Presupuesto. “Han incumplido los acuerdos previos, no han presentado su nuevo proyecto a los grupos de forma previa a las comisiones para tantear el terreno, vincula cualquier partida que incorporemos a una venta de suelo que nunca se produce y todo el esfuerzo económico y publicitario lo vuelca en el ladrillo para reaccionar a críticas políticas y porque es lo que la gente ve”, denuncia su portavoz municipal, Jorge Hinojal. Y desde Irabazi, Óscar Fernández, tilda al proyecto de “partidista, sin ilusión y dirigido desde Sabin Etxea”, además de “ignorar la creación de empleo, la lucha contra la violencia machista y la transición ecológica”, por lo que es “nula” su confianza, tras las experiencias vividas en 2016 y 2017.

El PP. Para Leticia Comerón, el proyecto “es una consolidación de la parálisis de Vitoria”, pero de momento no descarta un posible acuerdo presupuestario.

EH Bildu Gasteiz. La portavoz de la formación soberanista, Miren Larrion, ve lejos el apoyo al Presupuesto de 2018 de Urtaran, ya que “no ve excesivo interés en el alcalde por alcanzar acuerdos. Quiero que las cosas cambien y hasta ahora no han cambiado”. Para Larrion, “el PNV pide un cheque en blanco, pero luego no cumple los acuerdos”.