samaniego - Los vecinos de Samaniego conocieron ayer por la tarde los proyectos en los que se viene trabajando desde hace meses en la zona de las bodegas tradicionales, en Matarredo, donde dos estudios de investigación, uno arqueológico y otro arquitectónico, tratan de conocer e interpretar esa zona para valorizarla y mantenerla, si ese es el deseo de sus propietarios.

El primero de esos trabajos es el que ha realizado el estudio de arquitectura Wiew Arkitektura, un Plan de Acción de Paisaje (PAP) centrado en el área urbana denominada Matarredo de Samaniego, integrado en el Bien Cultural Calificado, con la categoría de conjunto monumental del paisaje de la cultura del vino y del viñedo de Rioja Alavesa. Según este informe, en ese espacio originalmente agrícola, se desarrollaron durante años calados excavados en roca que permitieron desarrollar pequeñas bodegas de escala familiar. La revolución alrededor de la cultura del vino ha conllevado un abandono relativo de la zona. Aunque su estructura material y urbana aún conserva un claro atractivo, diferentes desarrollos urbanos posteriores han condicionado y dificultado la transición entre lo urbano y el terreno agrícola. La velocidad de crecimiento urbano en las últimas décadas, así como la presión por desarrollar áreas industriales ha propiciado que las antiguas construcciones se vean rodeadas de un cinturón indeterminado de usos varios. A ello debe sumarse lo que condiciona el paso de la carretera. Eso ocasiona que la falta de uso de esas bodegas puede llegar a provocar derrumbes y abandonos, con lo que se perdería irremediablemente ese patrimonio cultural y económico. A ello se suma que muchos de los calados no son sólo de un propietario, sino de muchos herederos.

El segundo trabajo arqueológico lo presentó la consultora Qark Arkeologia. Su director, Leandro Sánchez, detalló los trabajos realizados en los últimos meses para documentar la edad de estas bodegas tradicionales. Así, se han podido establecer cuatro etapas de construcción: previas al siglo XVIII, de ese siglo, del XIX y del XX e incluso XXI. El siguiente paso de este proyecto es saber el uso futuro que puede llegar a tener esta zona de bodegas tradicionales. Por esa razón se reunió ayer a los vecinos de Samaniego, para contarles los trabajos realizados y abrir un tiempo de reflexión para que los propietarios decidan el futuro de sus calados. - Pablo J. Pérez