valle de ayala - La nueva presidenta de la Cuadrilla de Ayala, la jeltzale laudioarra Maider Basterra, tiene por delante una dura prueba. Y es que aunque su antecesor en el cargo hasta el pasado 22 de septiembre, el también edil nacionalista en el Ayuntamiento de Llodio, Ander Añibarro, había dejado encarrilado el contrato administrativo del servicio de recogida y transporte de los residuos domésticos y asimilables del ente comarcal, éste ha resultado desierto, al no interesarse por él ninguna empresa.

Se trata de uno de los principales temas de esta legislatura en la Cuadrilla ayalesa, tanto por montante económico (salió a concurso en julio por un precio de licitación de 6.172.657,67 euros) como por ser un servicio indispensable para los cinco municipios que la integran: Llodio, Amurrio, Artziniega, Ayala y Okondo, que esperaban ver aumentados los servicios con la adjudicación del nuevo contrato, previsto para el 1 de febrero. Ahora verán prorrogar el servicio y deberán esperar hasta que se resuelva el nuevo contrato, que podría incluir modificaciones en prestaciones y precio.

En las últimas bases se fijó que la adjudicataria debía encargarse de recoger los restos que se depositan actualmente en los contenedores grises, los envases y la materia orgánica; así como asumir la recogida puerta a puerta del papel y cartón y de los residuos orgánicos en las pescaderías, además de la gestión de la estación de transferencias y del Garbigune de Llodio. No sería de su competencia, en cambio, la recogida de vidrio de los iglú verdes, ni tampoco la de los contenedores de ropa y textiles, o los de papel y cartón.

Lo que sí debía hacer es sustituir los contenedores grises destinados a basuras y trasladar para su tratamiento a la planta de Jundiz los residuos, los envases y los restos orgánicos. Asimismo, se preveía reforzar el parque actual de contenedores y garantizar su mantenimiento.