VITORIA - La plaza de Los Fueros se transformó ayer en un amplio escenario en el que medio centenar de puestos exhibieron sus llamativos productos, procedentes todos ellos mediante una agricultura ecológica. Es ya toda una tradición que cada mes de octubre se congreguen en este céntrico escenario de la capital y ayer fue la edición número 21 de esta cita. La soleada, y por momentos calurosa mañana, contribuyó a que lucieran mucho más las espectaculares verduras frescas recién cortadas de la huerta, conservas variadas, carnes y embutidos frescos, mermeladas, huevos, pan y derivados, vinos y sidra, miel, así como cosmética o textil. Además también se pudo contemplar, degustar y comprar un amplio repertorio de “alimentos ricos y saludables”, proclamaron los vendedores presentes a los curiosos que se arremolinaron junto a los puestos. Todas las viandas expuestas estaban caracterizadas por haber superado un proceso de producción libre de aditivos químicos y transgénicos, para acercar más a los consumidores finales a la esencia del mundo rural. Se completó esta tradicional cita con una amplia programación alrededor de la agroecología, con diversas actuaciones musicales, la celebración de varios talleres de huertos urbanos y exhibiciones de herri kirolak femenino con tiro de piedra de media tonelada.
VARIADA PROGRAMACIÓN Las primeras horas de la muestra, que comenzó a las 9.30 horas, vinieron marcadas por la baja temperatura con la que despertó el sábado en Gasteiz. Conforme llegó el mediodía y el astro rey caldeó la plaza de Los Fueros los vitorianos ávidos de conocer esta singular manera de producción empezaron a llenar el espacio dedicado a la pelota y exhibiciones de deporte rural del recinto. El aroma de los talos empezó a seducir los estómagos de los visitantes como mejor manera de sucumbir a la tradición del hamakeitako. Antes de hincar el diente al tradicional talo, hubo la posibilidad de aclarar todo tipo de dudas con un especialista como Jakoba Erredondo, que se acercó a Bionekaraba, aprovechando que también se celebró el Gasteiz Argia Eguna. Además del peculiar olor que impregnaron los talos al recinto, también las notas de los albokaris de Gasteiz sirvieron para dar más color a la matinal enfocada al sector primario.