al mal tiempo buena cara. Ésta fue la máxima premisa de los y las aguraindarras que ayer se lanzaron a la calle tras la resaca del multitudinario txupinazo del sábado. Pese a la gris meteorología y a la intermitente lluvia, Agurain demostró que la diversión y la fiesta no para.

La fiesta no ha hecho más que empezar y algunos exprimieron cada uno de los minutos del reloj festivo, lo que ayudó a que el ánimo no decayera desde primeras horas. Sin embargo, el sirimiri impidió que se colocaran las atracciones del parque infantil en la plaza Euskal Herria del barrio Harresi de Agurain, lo que provocó que más de un vecino se sintiera defraudado.

“Es una pena que no haya nada, lo podían haber trasladado a un sitio cubierto como el polideportivo”, espetaba Amaia, que acudió a la plaza en busca de diversión para los más pequeños de la casa. “Ahora tendremos que ir a dar una vuelta. A ver si no nos mojamos mucho”, señalaba llena de decepción.

Tras la llamada a la fiesta, una de las primeras citas festivas de la jornada tuvo lugar en la iglesia de Santa María. Allí, como cada domingo del Rosario, cientos de personas se congregaron para homenajear a la patrona, la Virgen del Rosario, a la que las cuadrillas y asociaciones agasajaron con ramos de flores.

Las cuadrillas y asociaciones realizaron una ofrenda floral a la Virgen del Rosario en una ceremonia solemne y protocolaria con parte de los miembros de la corporación presentes, con Iñaki Beraza, el alcalde, a la cabeza. Después, la animación se extendió por el Casco Histórico de Agurain. Madrugadores y gaupaseros recorrían las calles empedradas para realizar el tradicional poteo antes de reponer fuerzas para una tarde en la que la música de las txarangas fue la protagonista.

Pese a que la mañana estaba desapacible, muchos fueron los que se acercaron hasta la plaza de San Juan atraídos por el sonido del grupo Puro relajo y el olor de los ricos pintxos servidos por una empresa de catering de la localidad. Este punto se convirtió a la una del mediodía en un hervidero de gente que trataba de guarecerse de la lluvia bajo sus socorridos paraguas.

Los integrantes del grupo musical animaron a los presentes a echar un baile. Puro Relajo se caracteriza por tocar de las canciones clásicas a las más actuales, todas con un estilo propio y característico y sin perder la fuerza, esencia y pureza de las composiciones originales. La banda, una vez más, dio a conocer al público la amplia variedad de canciones mexicanas y latinoamericanas que desde hace muchísimos años existen en el panorama musical.

Entre baile y baile hubo tiempo de reponer fuerzas y hubo quien no dudo en aliviar la sed con refrescos, vino y sidra y asentar el estómago con los pintxos preparados de chorizo, huevo, croquetas, ensaladilla o tortilla, entre otros.

Con el paso de las horas, se hacía incluso difícil caminar por las calles del Casco Histórico de Agurain. La tranquilidad fue la nota dominante durante la mayor parte de la tarde, en la que los pequeños encontraron aliciente en las barracas, los jóvenes en el lanzamiento de abarca y los mayores en los bailables de Drindots. Hoy lunes los vecinos y sobre todo los de más edad, los jubilados, serán los auténticos protagonistas de la fiesta en la villa.